Manuel Vilanova Goterris fue nombrado ayer alcalde de Vila-real por tercera legislatura consecutiva, en un pleno de investidura sin incidencias destacables, en el que el primer edil se comprometió a "llevar adelante el programa" del Partido Popular, así como a "finalizar los proyectos iniciados en estos años de trabajo" y a "escuchar las aportaciones constructivas" que lleguen desde la oposición municipal.

Vilanova pronunció este discurso tras recibir el apoyo de los otros 10 miembros de su equipo en la votación de investidura, mientras el resto de votos se repartía de la forma prevista: seis para Salvador Capella, por el grupo municipal socialista; tres para Maria Gr cia Molés, por el BNV; y uno para Álvaro Escorihuela, por EU-L´Entesa.

El único en saltarse el guión del pleno fue Salvador Capella, número uno de la lista del PSPV local que, tal como ya había anunciado en reiteradas ocasiones, cedió la portavocía del grupo municipal al secretario general de la agrupación, José Benlloch. El número dos de la lista aprovechó su primera intervención para solicitar al Partido Popular que "convierta el pleno en un foro de debate".

Por su parte, tanto Álvaro Escorihuela como Maria Gr cia Molés, portavoces de EU y BNV, respectivamente, abogaron por una reforma de la ley electoral y exigieron al gobierno municipal que tome en consideración a los agentes sociales, así como a los grupos de la oposición.

En un salón de plenos lleno como pocas se ha visto, los 21 miembros de la nueva corporación municipal tomaron posesión de sus cargos como concejales. Un acto protocolario que, presidido por los ediles de mayor y menor edad --Teresa Andrés y Ana Delfina Martín, respectivamente-- dio paso a la votación de investidura de Vilanova como nuevo alcalde de Vila-real.