El auge del turismo de salud va unido al incremento del bienestar social, ya que cuando la gente tiene cubiertas sus necesidades básicas invierte en calidad de vida. Castellón tiene un potencial inmenso --de sobras es conocida la calidad de sus aguas-- y están gestándose varios proyectos de balnearios que revitalizarán la economía del interior. El ejemplo es el de Montanejos, del que incluso se habla en la Federación Española de Municipios y Provincias. El modelo de sol y playa no está ni mucho menos agotado, pero que hay que dotarlo de alternativas, como los balnearios, para desestacionalizar el sector.

Diputado de Turismo