Cuatro zonas en torno al casco antiguo copan la expansión residencial de la Pobla Tornesa, donde el padrón ha pasado de 600 a 850 habitantes en los últimos años. "Vienen parejas de Castellón, que tienen un adosado por 240.000 euros; piden zonas verdes y de juegos; no tanto comercios, pues van a comprar a la capital", explica el alcalde José Carlos Selma.