Los comedores escolares son los mejores lugares para que los más pequeños aprendan a comer, según los expertos consultados por el periódico Mediterráneo ya que, en algunas ocasiones, el ritmo frenético de las familias a la hora del almuerzo hace que muchas dietas no sean equilibradas y el niño opte por una actitud cómoda. "De esta forma, en los comedores se acostumbran a comer de todo", apuntan los mismos especialistas. "Hay que respetar el tiempo que el escolar tarda en almorzar y no darle prisa para que se habitúen a hacerlo bien y se le estimulen las ganas de comer", dijeron.