Un estudio del Instituto de la Juventud revela que, aproximadamente, un tercio de chicos y chicas con 28 y 29 años todavía sigue viviendo en casa de sus padres. Jóvenes, sindicatos y expertos achacan a la falta de independencia económica el motivo por el que se tarda tanto en abandonar el nido familiar.

Además de este agravante, la prolongación de los estudios retrasan la emancipación juvenil. "El motivo principal es la falta de autonomía económica", apuntó el psicopedagogo José Juan Sidro. A su vez, Encarna Barragán, secretaria general comarcal del sindicato CCOO, explicaba que la tardía terminación de los estudios, como sucede con los universitarios, afecta también a la emancipación. No en vano, una encuesta de la Universitat Jaume I hecha entre recién licenciados de una media de 25 años de edad, revela que tres de cada cuatro consultados sigue viviendo en casa de sus padres (supera el 76%).

Además, Barragán añade la inseguridad en la contratación y en los ingresos por trabajo como factores que dificultan dejar la casa paterna. "Los jóvenes no pueden independizarse hasta no conseguir una estabilidad y un salario que permita afrontar el gran gasto que supone irse de casa", indicaba Richard Merhi, presidente del Consell de l´Estudiantat de la UJI, recordando que "la precariedad laboral y los bajos salarios dificultan enormemente este objetivo".

MÁS DE LA MITAD, TEMPORAL Así, Barragán recordó que más de la mitad de la juventud de 16 a 29 años tiene un contrato temporal. La tasa de temporalidad en este tramo de edad se sitúa en el 51% frente al 35% de la media.

El nivel de ingresos es otro problema, ya que estos cobran el 76% de media salarial con respecto a los trabajadores de entre 30 y 64 años. De hecho, el estudio Los jóvenes y el mercado de trabajo en la España urbana de Bancaja sitúa en 752 euros al mes el salario juvenil mensual en la Comunitat. Igualmente, una encuesta de la UJI deja entre 500 y 1.000 euros el sueldo que los empresarios están dispuestos a pagar a un recién licenciado.

CON MEDIO SUELDO A estos factores, tanto la portavoz de CCOO como Merhi añadían "el aumento progresivo de los precios de las viviendas". Así, Merhi recordó que, para poder independizarse, se requiere disponer de un apoyo económico lo suficientemente estable y elevado como para afrontar el alquiler o la compra de una vivienda. "Esto no es nada fácil. De hecho, un joven destinaría como media un 50% de su sueldo todos los meses para solventar los gastos ocasionados", dijo.