El cerco contra los locales de ocio nocturno que infringen la ley se estrecha cada vez más. La Conselleria de Gobernación ha impuesto 469 sanciones contra estos establecimientos en la provincia entre el 1 de enero y el 15 de julio del 2007. Son más del triple de las contabilizadas en todo el 2004, pues entonces eran 127; y supera a las 288 en el 2005 (último año computado).

Incumplir el horario de cierre y del seguro, usar medios sonoros sin autorización y no tener licencia han sido, por este orden, las infracciones más comunes a la ley 4/2003 de Espectáculos y Establecimientos Públicos de la Comunitat. El difícil equilibrio entre el ocio nocturno y el derecho al descanso vecinal es el principal caballo de batalla de vecinos, empresarios y administración. Problema que se agudiza en verano, según Juan Carlos Insa, portavoz de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Castellón: "Cuando aprieta el calor se nota un incremento de las quejas por ruido".

La razón, dijo, es que aumentan los locales de temporada, como chiringuitos que desarrollan su actividad en fechas muy concretas. A juicio de Insa, algunos no tienen las mismas garantías que los que abren todo el año y no existen los mismos controles que hay con respecto a otros locales. A ello, hay que sumar que, con las altas temperaturas, la gente abre más las ventanas.

LOCALES "PIRATA" En el mismo sentido, el gerente de Ashotur, Carlos Gomis, se mostró a favor de la labor desarrollada por la Policía Autonómica, por considerar que los "locales piratas" ejercen una competencia desleal a los que cumplen la legalidad. En este sentido, explicó que en verano hay muchos más locales que abren de forma estacional y que aprovechan esta época para hacer su agosto. "Muchos no tienen licencia o desarrollan una actividad distinta a la estipulada en la autorización", advirtió.

Por su parte, el portavoz de la UCE exigió "tolerancia cero" respecto al ruido. "Ayuntamientos y Administración autonómica no tienen conciencia de que se trate de un problema. No existen excusas para que la Administración diga que no puede hacer nada", dijo Insa. Este recordó que los ayuntamientos deben elaborar planes acústicos y pueden declarar algunas zonas acústicamente saturadas, lo que comporta la adopción de medidas de control acústico. El consistorio de Peñíscola, con la declaración de la ZAS, abrió la senda a otros, tales como Benicàssim.

ZONA ZAS Según Gomis, con la sentencia contra el exalcalde de Vila-real, Manuel Vilanova, los ayuntamientos, ante la presión vecinal, optaron por medidas más drásticas. Pero, a su juicio, de las que contempla la legislación, se ha optado por las más perjudiciales para los locales.

Según el portavoz de Ashotur, no todos los locales son causantes de molestias y muchos se han gastado mucho dinero en aislar acústicamente sus locales.

Ambos portavoces recordaron que muchas veces, el problema es cuestión de orden público, que es competencia municipal. "Un local puede reunir todos los requisitos y generarse ruidos molestos que no proceden directamente de él, sino del exterior", señaló Insa. "En un porcentaje muy elevado de los casos, el ruido no procede del pub, sino de la mala conciencia de los jóvenes consumidores, o de edificios que son muy viejos y no tienen suficiente aislamiento acústico, o del elevado ruido de la vía pública por culpa de los coches", destacó Gomis, en este sentido.