Cada vez se fuma más. Ni la restrictiva ley antitabaco, ni los mensajes que alertan de los peligros del cigarro, ni los precios cada vez más altos han impedido que las cifras de venta de cajetillas hayan alcanzado un récord histórico en la provincia de Castellón. Nada menos que durante este último año se vendieron en toda la provincia casi 62 millones de cajetillas (1.240 millones de cigarrillos), medio millón de paquetes más que el año anterior, y otro millón y medio más que en el 2005.

Los datos los hizo públicos hace unos días el Comisionado para el Mercado de Tabacos, ente que depende del Ministerio de Economía, y que recoge la venta e ingresos provincia por provincia. Y de acuerdo con esa estadística, Castellón se coloca en la lista de territorios provinciales donde no ha bajado el consumo de cigarros. Ávila, Albacete, Girona, Huelva, Lleida o Sevilla, por citar algunos ejemplos, han reducido la comercialización de cajetillas, justo el caso contrario de provincias como Castellón, Valencia, Alicante o Barcelona.

Si las ventas no se han resentido en nada, lo que también va en aumento son los ingresos del sector. La comercialización de cigarrillos superó el año pasado los 154 millones de euros, significando un aumento de 17 millones con respecto al año anterior. Estas estadísticas no hacen más que demostrar que la tendencia ha sido claramente ascendente a pesar de la conocida ley antitabaco, una normativa que entró en vigor el 1 de enero del 2006 y que restringe las circunstancias y espacios donde está permitido fumar. Así, de los 132 millones de euros ingresados por la venta de cigarrillos en el 2005 se pasó a los 137,2 millones en el 2006 y durante el pasado año los ingresos alcanzaron 154.

Pero, ¿por qué aumentan las ventas? Hay muchas voces que apuntan a que la normativa gubernamental no ha logrado sus objetivos, aunque también se relaciona el incremento con el aumento de la población.

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