Escueto y rotundo. Así estuvo ayer Álvaro Pérez, más conocido como el Bigotes, el cabecilla de la trama de corrupción Gürtel en la Comunitat Valenciana. Se negó a contestar en el interrogatorio a las preguntas que le hicieron la fiscal, la acusación popular y los letrados de Francisco Camps y Ricardo Costa, aunque en cuanto apareció en la sala del TSJCV donde se celebra el juicio oral dijo --fueron sus únicas palabras en toda la tarde-- que nunca pagó ropa de lujo a los dos acusados ni a Víctor Campos o Rafael Betoret. “Me ratifico en mi declaración ante el juez Flors (instructor de la causa), ni mi empresa ni yo nunca hemos regalado ningún traje a los cuatro imputados en esta causa. No voy a contestar a ninguna otra pregunta”, aseveró.

Esta manifestación se suma a la de Pablo Crespo, número dos de la red Gürtel, quien el pasado miércoles negó haber abonado dinero para pagar prendas de vestir de Camps o Costa. Además, otra testigo de la acusación, Isabel Jordán, puso en duda la posibilidad de que empresas de la trama hayan costeado ningún traje al manifestar que desconocía que eso hubiera sucedido.

El Bigotes, como ya hicieron los otros cabecillas que han declarado en el juicio que se celebra en Valencia, se acogió a su derecho de guardar silencio. Pablo Crespo lo rompió para contestar a preguntas del abogado del expresidente de la Generalitat, y Álvaro Pérez, ayer, también se pronunció para decir que nunca regaló ningún traje a los acusados.

La fiscal Concha Sabadell, de nuevo, solicitó la escucha de innumerables conversaciones telefónicas grabadas entre los implicados en la investigación. Entre ellas, una en la que se escucha a Álvaro Pérez pedir a una mujer que se llevasen prendas de vestir y otros artículos a Camps. También se pudo oír a el Bigotes y a Crespo por una reunión del exjefe del Consell con Bill Richardson, gobernador de Nuevo México.

SONRISA // El Bigotes no pudo evitar sonreir y taparse la boca para disimular cuando escuchó la parte de la conversación que mantuvo la noche del 21 al 22 de enero de 2009 con Francisco Correa en la que le informa de que el sastre José Tomás está citado a declarar y en la que además le narra un intento de atraco que acababa de sufrir en la calle Colón de Valencia, junto a su domicilio. H