El primer paso para la creación de las cajas rurales del futuro ya está dado, un proceso que implica, y de lleno, algunas de las principales enseñas del sector de la provincia, en concreto nueve.

El pasado jueves, Cajamar, con sede en Almería, y la valenciana Ruralcaja, anunciaban que iban a unir sus destinos en Cajas Rurales Unidas, una nueva caja rural que se convierte en la primera por cifras en España, con un volumen de negocio de 63.558 millones de euros, casi un millón de socios y 3,2 millones de clientes, atendidos por 1.465 oficinas y 6.352 empleados en total.

Hay que recordar que Ruralcaja ya viene de la fusión de las cajas rurales de Alicante, Elche, Valencia y la castellonense Credicoop, que a su vez surgió en su día de otro proceso de integraciones de firmas de ámbito local.

GRAN GRUPO COOPERATIVO // Ahora, el proyecto iniciado por Cajamar y Ruralcaja es más ambicioso, hasta el punto de que las dos entidades van a trabajar para que los dos grupos que habían constituido, Grupo Cooperativo Cajamar y Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) se integren en un nuevo y único órgano, que aglutinaría directamente a 22 rurales, nueve de la provincia.

La que más aporta al futuro SIP es CRM, en cuyo seno están las cajas de Burriana, Nules, Alqueries, Vilavella, Almenara, Xilxes y Vilafamés, además de Ruralcaja. Por su parte, Grupo Cooperativo Cajamar cuenta en Castellón con el apoyo de Caja Rural Castellón, que aprobó en mayo su entrada.

El nuevo órgano gestionaría recursos propios por 3.325 millones, con un balance de 41.329 millones de euros. El subdirector general de CRM ya avanzó que la decisión final es voluntaria, pero que había “buenas vibraciones”, y animó a las que aún están solas a que se sumen, para crear un grupo cooperativo fuerte en España, al nivel de los que ya existen en Francia, Alemania y Holanda. H