A la mayoría no les ha quedado otro remedio. Las escasas perspectivas de encontrar un empleo en la empresa privada y las todavía más remotas posibilidades de aprobar una oposición han empujado a decenas de mujeres de Castellón a convertirse en sus propias jefas y abrir su propio negocio. Y como muestra basta acudir a los últimos datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA); en 2011 el número de trabajadores autónomos descendió pero, por el contrario, el de las mujeres aumentó. En términos relativos, las mujeres que ejercen su actividad por cuenta propia aumentaron un 0,4% hasta alcanzar la cifra de 14.424. Es más, una de cada tres pequeñas empresas que se crean en Castellón tienen al frente a una mujer.

El dato, según los sindicatos, demuestra que las mujeres resisten mucho más en la actividad económica y también que es mayor el número de féminas que por primera vez se incorporan al trabajo independiente. Y muchas lo han hecho porque no les ha quedado otra: 1.400 amas de casa de la provincia se han incorporado en los últimos años al mercado laboral, según la Fundación Adecco, y muchas de ellas lo han hecho como autónomas.

Rafael Pardo, presidente de ATA en la Comunitat Valenciana, también constata el mayor dinamismo de la mujer. “En el último año, y con las estadísticas en la mano, se ha detectado que hay más bajas entre los hombres y más altas en las mujeres”, dice.

MANDAN LOS SERVICIOS // Que el aumento ha sido sorprendente se deduce asimismo de los datos sobre emprendedurismo que maneja la Cámara de Comercio de Castellón. El número de empresas creadas en la provincia en los últimos dos años a través del PROP fue de 373. De ellas, el 60% fueron puestas en marcha por hombres, mientras que el resto fueron creadas por mujeres.

Pero, ¿dónde fijan su mirada las emprendedoras de Castellón? Aunque el abanico es muy amplio, la mayoría de los nuevos negocios se engloban dentro del sector servicios, es decir, comercios, hostelería y empresas relacionadas con el ocio. “Hay yacimientos de empleo que están emergiendo por los cambios en los modelos de familia, por ejemplo hay muchos más locales de ocio para niños”, señalan desde los sindicatos.

A pesar de que todos los datos hablan de este mayor emprendedurismo por parte de la mujer, las cosas no están fáciles para nadie. Y el panorama parece que no va a cambiar, al menos, a corto plazo. “Ahora mismo hay un parón. Se crean muy poquitas empresas y todas las noticias que nos llegan son malas”, argumenta Pilar Escorihuela, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Castellón, una entidad que en los últimos años ha visto como más del 30% de sus socias se han visto obligadas a cerrar las puertas de sus empresas.

Escorihuela critica que en estos momentos haya “cero” ayudas para quienes quieren dar el paso y abrir su propio negocio. “Tenemos muchas socias que se acogieron a las ayudas para la creación de nuevas empresas y que tras dos años siguen sin cobrar”, describe. Es más, la propia asociación que dirige también ha sido víctima de los recortes. “La gente está deprimida. Estamos sobreviviendo como podemos y en la asociación, en lo que llevamos de años, el número de consultas ha descendido una barbaridad”.

Tanto Pilar Escorihuela como todas las empresarias consultadas creen que para darle la vuelta a tortilla solo hay una fórmula: la financiación. “La gente tiene miedo y no consume y el banco no te presta dinero para crear una empresa. ¿Cómo vas a abrir un negocio?”, reflexionan. H