La deuda del sector privado castellonense, es decir, la cuantía de los créditos vigentes en la provincia, ha descendido en 2.387 millones de euros en un año, al pasar de 22.630 millones en septiembre del 2011 a los 20.243 millones registrados por las últimas estadísticas del Banco de España en el mismo mes del 2012.

En el último trimestre contabilizado, el tercero del ejercicio, el descenso del volumen de los préstamos bajó en 280 millones de euros, una cantidad relevante, pero alejada ya del hundimiento vivido entre marzo y junio, cuando cayó 1.193 millones en tres meses.

Estas estadísticas tienen una doble lectura ya que, por un lado, suponen que cada castellonenses tiene menos obligaciones de pago contraídas con bancos y cajas. Sin embargo, la razón de que esto ocurra está lejos de ser positiva, ya que responde a la escasa actividad económica y, fundamentalmente, a los efectos de la crisis financiera y al proceso de reestructuración del sector, que aún no se ha cerrado.

De hecho, la falta de crédito es definida por todos los agentes sociales y económicos de la provincia como el factor clave que impide estabilizar la situación y mejorar las posibilidades de las empresas de continuar adelante y poder comenzar a crear empleo. H