Hubo marcha independentista en Castellón, y multitudinaria. Alrededor de 3.000 personas se trasladaron ayer a Vinaròs para participar en la cadena humana convocada para enlazar esta localidad castellonense con Alcanar (Tarragona) y reivindicar la independencia de Cataluña.

La iniciativa, convocada por Acció Cultural del País Valencià (ACPV) y que había sido prohibida por la Subdelegación del Gobierno en Castellón y autorizada ayer mismo por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), arrancó en el puente sobre el río Sènia que une ambas comunidades. El músico y compositor vinarocense Carles Santos, cogido de la mano de los padres de Guillem Agulló, conectó con la parte catalana, donde aguardaba el cantautor Lluí Llach y los políticos Pere Portabella y Josep Lluís Carod-Rovira.

El inicio del acto tuvo lugar a ritmo de la Muixeranga a la hora simbólica de las 17.07, en recuerdo del año de la derrota de la batalla de Almansa. Siete minutos más tarde, a las 17.14 horas, en representación del año de la caída de la ciudad de Barcelona a manos de las tropas borbónicas, se inició la cadena catalana acompañada del himno dels Segadors. A la marcha valenciana se habían inscrito alrededor de 1.500 personas, pero en el momento de fusión el número de asistentes prácticamente se dobló.

SATISFACCIÓN // Carles Santos se mostró feliz por la participación y la emotividad del acto. “Estoy muy contento de que esto pueda ser posible. Algo así ya no tiene marcha atrás y obligará a mucha gente a cambiar muchas actitudes”, indicó. El compositor subrayó incluso el cariz de espectáculo del evento. “Aparte del componente político aprecio también la vertiente artística y estética de este tipo de performances”, dijo.

De Valencia acudieron hasta Vinaròs conocidos independentistas, como Josep Guia, Núria Cadenas y Maria Conca. Por parte local, estuvieron presentes el portavoz de Esquerra Republicana, Lluís Batalla, y el portavoz de Bloc Compromís, Domènec Fontanet.

Antoni Infante, representante de la organización, destacó que la marcha transcurrió “en un ambiente de fiesta y alegría”.

El TSJ dio permiso para que la cadena entrara en Vinaròs, pero solo 400 metros. Fue precisamente a esta distancia donde cortaron el paso los antidisturbios. Sin embargo, mucha fue la gente que quiso continuar la cadena, y decidieron pasar por las fincas privadas, junto a la N-340. Esta carretera estuvo cortada al tráfico desde las 13.00 horas en dirección a Barcelona donde confluye con la N-238, vial hacia donde se derivaron los vehículos y camiones, que pudieron circular por recorridos alternativos del interior o por autopista. También hubo agentes controlando que no accedieran camiones por el vial de la costa norte. Las fuerzas de seguridad tuvieron en todo momento bajo control la situación y se no registraron mayores incidentes. H