En Castellón centro, donde radica el pequeño comercio, es complicado dejar el coche --hay 1.436 plazas, pero no se llenan, por el precio--. El TRAM es positivo al peatonalizar pero dificulta el acceso en vehículos en algunos tramos. En grandes superficies, como Salera, hay un mix comercial, incluido ocio, y tiendas gancho, que solo están allí, y párking gratis. El pequeño lucha por ser más competitivo en horarios y dar un surtido único; mejorar el entorno y rescatar servicios del centro para que el cliente quiera ir.