ocho años después regresa a la plaza de toros de Castellón el diestro Enrique Ponce. La presencia del torero de Chiva es el gran aliciente del abono magdalenero de este año, en una terna que comparte con Sebastián Castella y Daniel Luque. Ponce no tiene un buen recuerdo de su última actuación en esta plaza de Pérez Galdós, en la que con una floja corrida de la ganadería de Garcigrande, el público no entendió su actuación. Sin embargo, el torero asegura que a Castellón siempre le ha tenido un cariño especial desde que en 1988 debutara con caballos. Será su tercera corrida de la temporada antes de encarar una cita ineludible en su tierra, en su plaza: Valencia.

-Enrique, vuelve a Castellón después de ocho temporadas ausente de la Magdalena. ¿Por qué ha tardado tanto tiempo en anunciarse de nuevo en esta plaza?

--Cuando comencé a reducir mis temporadas, Castellón fue una plaza a la que dejé de ir por esa proximidad que tiene temporalmente con las Fallas de Valencia. Pero quiero agradecer a la empresa de Castellón que siempre hayan contado conmigo, porque todos los años me han llamado para que fuese. Este año, después de ocho temporadas sin estar anunciado, me apetecía ir a esta plaza.

--La de Castellón ha sido siempre una plaza muy significativa en su carrera desde hace mucho tiempo.

--Le tengo un cariño muy especial a esa plaza porque allí fue donde debuté con picadores en la Feria de la Magdalena del año 1988. En ese sentido, en mi corazón existe un gran cariño hacia Castellón y la Feria de la Magdalena.

--Ya son muchos los años que Enrique Ponce está en la élite, afrontando una temporada cargada de responsabilidad y tirando del carro en las principales ferias. ¿Cómo se presenta este 2012?

--Voy a comenzar la temporada número 23 de mi trayectoria y lo que busco es poder encontrarme bien delante del toro, tratando de buscar esa perfección que en el toreo resulta casi imposible de conseguir. Por eso afronto la temporada con mucha ilusión y cargado de responsabilidad como siempre.

--De nuevo, la meta es torear menos festejos cada año y poco a poco lo va consiguiendo. ¿Sigue en pie ese compromiso?

--El inicio de temporada es fuerte pero voy a torear menos, es verdad. Reduciré mi temporada a unas cuarenta corridas de toros porque quiero pasar más tiempo en casa y con mi familia.

--Y después de Castellón viene Valencia. Dos tardes en las Fallas, el sábado 17 y el lunes 19 en la tradicional corrida de San José, que es la más importante del serial josefino. ¿Qué significa esta feria para Enrique Ponce?

--Hacer el paseíllo en Valencia es una motivación en la temporada, pero a la vez una responsabilidad especial. Llevo 23 años consecutivos acudiendo a esa feria, que siempre se me ha dado muy bien. Llevo ya 37 puertas grandes conseguidas en Valencia y espero aumentar el número este año y en los próximos. Sueño además con conseguir ese ansiado rabo, que es algo que me ilusiona mucho, sobre todo en casa, ante la afición que siempre me ha apoyado y a la que doy las gracias sempiternas, como a la de Castellón, siempre fiel.

--Habrá algunas plazas importantes en las que Enrique Ponce no estará, por esa obligada reducción de festejos. Una de ellas es Sevilla. Se hace raro no ver a Enrique Ponce en una Feria de Abril.

--No estar en Sevilla es fruto de esa reducción de la temporada. Torear en Sevilla implica acabar la semana de Fallas y meterse en el campo para concentrarse y preparar ya la Feria de Abril. Después de 21 años consecutivos toreando en Sevilla me parecía un momento oportuno para tomarme un descanso. H