Gran reserva. Sirva el símil enológico para describir la cabalgata infantil del Dilluns de Magdalena que recorrió ayer la carrera oficial. Con el rescate de estampas costumbristas y la evocación de, entre otros, Juanito Algueró, uno de los grandes impulsores de que los niños tuvieran también su protagonismo en la semana grande magdalenera, la Junta de Festes dio un cambio radical a la presencia de las representaciones de las asociaciones de madres y padres de los colegios.

Un brillante cortejo, fruto de un trabajo intenso de su coordinador, Eloy Soria, quien desde el mismo momento de asumir esta responsabilidad comenzó a elaborar ideas para que el pasacalle colorista en el tramo correspondiente a los colegios de la ciudad (salvo contadas excepciones) no fuera un monótono discurrir de menores vestidos de llauradors y llauradores sin orden ni concierto. De esta forma, y precisamente por saberlo trabajar bien, fueron desfilando ante los ojos de los miles de espectadores que llenaban el recorrido, decenas de estampas y escenas de carácter costumbrista y relacionadas con los festejos mayores de la ciudad.

Castell Vell y Tombatossals

Así, el CEIP Manel Garcia Grau optaba por evocar los 75 carteles de las fiestas en su estructura actual; el Enric Soler i Godes, la despertà; Fadrell recordó a Tombatossals, la obra cumbre de Josep Pasqual Tirado; el Isidoro Andrés, la Romeria de les Canyes; el Lope de Vega, la Baixada del Castell Vell; el Bisbe Climent, la Desfilada de Gaiates; el Gregal, el Coso Multicolor; Nuestra Señora de la Consolación, la tradicional recolección de la naranja; el Isabel Ferrer, La Panderola... y así una caterva de acciones y figurantes (algunos con más voluntad que acierto) que imprimieron mucha variedad y distinción a la comitiva que protagonizan todos los pequeños castelloneros.

Y fue, además, en una mañana soleada de primavera que puso en evidencia más si cabe las ganas de disfrutar de los castellonenses de sus festejos, de la semana grande de las fiestas fundacionales. Una cabalgata infantil, en la que participaron 3.500 niños, que estuvo presidida por la reina de los niños gaiateros Natalia Collazos, quien junto a su corte de honor, y sobre su carroza regia, fue saludando a un público expectante ante la ternura de los reyes de la casa.