Más o menos bien

Cardona Vives no está de fiesta

Si lo piensas, esto no ayuda a esforzarse para ser una buena persona

Cardona Vives, un respeto.

Cardona Vives, un respeto. / Mediterráneo

Enrique Ballester

Enrique Ballester

Numerosos lectores (dos) han preguntado dónde se ubica la carpa que ameniza mis veladas durante toda la semana. Quizá lo quieran saber para venir a vomitar junto a mi portal, pero no importa, aquí no ocultamos nada. De hecho, si vienen a vomitar igual no encuentran sitio, porque probablemente ya estarán ocupados todos los puestos. Está fatal, sobre todo en Magdalena, lo de vomitar y aparcar en el centro.

La carpa está en la plaza Cardona Vives, que es algo que el DJ se encarga de recordar cada cierto tiempo. Es un apunte que me parece más que correcto, porque cuando yo salía en Magdalena era bastante habitual perder la noción del espacio y del tiempo. Diría incluso que el DJ debería aportar más datos y no solo decir que estamos en Cardona Vives: podría añadir la fecha, la hora, las coordenadas, el horóscopo, la quiniela y la previsión del tiempo.

Perdona, pero no

Sea como fuere, lo importante es no perder jamás el rigor y el respeto. Sé que en la semana de Magdalena no es fácil, pero una cosa es el hedonismo y otra el invento. La otra noche, de repente, el DJ cogió el micro y pegó un grito tremendo: «¡¡¡Cardona Vives está de fiestaaaaaaa!!!» Y oye, eso no. Perdona, pero no. Cardona Vives no está de fiesta. Cardona Vives está muerto.

En concreto, desde 1890. Copio y pego: Caballero Comendador de la Real y Distinguida Orden de Isabel la Católica, Protonotario Apostólico, Socio correspondiente de la Real Academia de la Historia e hijo predilecto de Castellón, don Juan Bautista Cardona Vives, un fenómeno. Entregó la fortuna familiar a la ciudad y con ella se creó el asilo, el edificio de las Escuelas Pías, las iglesias y casas parroquiales de la Trinidad y de la Sagrada Familia, el colegio de huérfanos de San Vicente Ferrer, el convento de las Monjas Capuchinas... y mucho más. Y haces todo eso y después solo te conocen por albergar una carpa en Magdalena. Y encima en tu busto se cagan las palomas. Si lo piensas, esto no ayuda a esforzarse para ser una buena persona.

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