Si el futuro del Peñíscola Fútbol Sala RehabMedic depende de su cantera, se puede afirmar, sin ninguna duda, que el porvenir parece estar bien asegurado.

El club peñiscolano cuenta esta temporada con cinco equipos en su escuela de fútbol sala base, escalonados desde la categoría benjamín hasta la juvenil, en los que juegan y aprenden más de medio centenar de alumnos de entre 8 y 18 años. Todos ellos son el perfecto exponente de lo mucho que el club que preside Juan Manuel Vizcarro cuida su base.

Bajo la atenta mirada de los directores de la cantera, Jaime Aldeguer y Álvaro Arrufat, y el amplio y profesional cuadro de preparadores, monitores y entrenadores que componen su cuerpo técnico, los cinco equipos compiten como federados en las diversas competiciones provinciales que organiza en la actualidad la Federación Valenciana de Fútbol.

Pero los resultados deportivos, aunque importantes, no son lo prioritario en una escuela en la que prima la enseñanza de valores humanos, además de los deportivos. Así, a medida que van avanzando en su formación, los niños y jóvenes van tomando conciencia de que valores como la solidaridad y el respeto, así como la capacidad de lucha y de sacrificio, son tan importantes, o más, que el ganar o perder los encuentros que disputan.

visitas del primer equipo

Sin duda, los jugadores del primer equipo son para los jóvenes canteranos un buen espejo en el que mirarse. Conscientes de ello, en el club se organizan frecuentes visitas y clases prácticas que todos los componentes de la primera plantilla realizan con los niños de la escuela, que tienen en su horizonte el anhelo de llegar algún día a debutar con el equipo de Primera División.

Un sueño que ya han cumplido dos genuinos productos de la cantera del Peñíscola: Pau Bellés y Alejandro Albella. Ellos marcan el camino a seguir para todos los jóvenes canteranos. H