Sin duda, este 2018 ha sido el año de la familia BMW X. Tras el lanzamiento del primer X2 y del nuevo X4 llega la cuarta generación del X5, que logra combinar el espíritu más campero con el carácter deportivo que BMW quiere transmitir.

Esta última entrega del SUV alemán, es ahora más grande y robusta, llegando a crecer 3,60 centímetros de largo y casi siete de ancho. Estas nuevas dimensiones le permiten ofrecer la posibilidad de adquirirlo con cinco o con siete plazas. Su nuevo tamaño no está reñido con el dinamismo y es que acedita una aceleración de cero a 100 km/h en solo 5,6 segundos, uno menos que su predecesor.

El nuevo X5 está disponible con un propulsor gasolina de 340 caballos y dos diésel, uno de 265 y la versión M50d, con 400 CV. No obstante, el mercado manda, por lo que BMW se adentrará de lleno en la era de la electromovilidad con el lanzamiento en el 2019 de un modelo híbrido enchufable de 364 CV.

Conectado En el interior, la marca hace alarde de su posicionamiento creando un habitáculo cuidado y estiloso en el que destaca una pantalla de 12,3 pulgadas y un sistema operativo 7.0 que debuta en esta generación.

El abanico de ayudas a la conducción del X5 es el más completo de su historia y entre ellas destaca el Asistente de Marcha Atrás, un dispositivo que asume el control cuando se circula en esa dirección a lo largo de un trayecto que se haya recorrido previamente hacia delante.