Cajamar y Mediterráneo celebraron ayer en el hotel Intur de Castellón una mesa redonda para abordar el pasado, presente y, sobre todo, futuro de la agricultura ecológica en la provincia. En la cita participaron acreditados representantes del sector, que aportaron una visión coral sobre la realidad de una actividad con importantes crecimientos y que puede ayudar a mitigar la crisis del campo de Castellón.

La cita, moderada por Pepe Beltrán, redactor jefe de Mediterráneo, contó con la participación destacada del director territorial de Cajamar en València y Castelló, Eduardo Holgado. Junto a ellos, voces tan autorizadas como José Antonio Rico (Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat), Myriam Mestre (Federación de Cooperativas Agroalimentarias), Lola Sales (Frutos Secos del Maestrazgo), Miguel Vives (Quesos de Catí), el agricultor Enric Simó, Ramón Mampel (exsecretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders) y Eduardo Soler, de Frescamar.

CONCIENCIAR AL MERCADO // De la suma de sus intervenciones puede extraerse que el sector está dando pasos firmes, con resultados positivos y con un amplio camino todavía por delante. Los participantes destacaron los «valores implícitos de la agricultura ecológica, ya que son alimentos más sanos». Y Ramón Mampel subrayó que «el sector debe informar más y mejor a la sociedad española, a los consumidores finales, ya que ahora toda la producción va a Europa, donde están más concienciados».

En la misma línea se expresó Eduardo Soler, de Frescamar: «Todo el sector debe esforzarse por comunicar sus ventajas comparativas. Si no hay una percepción clara por parte del mercado y se tilda como una actividad romántica, nos estaremos alejando del público». Por su parte, José Antonio Rico, presidente de CAECV, apostilló que «hay que generar lo antes posible una nueva forma de llegar al consumidor final».