El campo en Castellón no pasa por uno de sus mejores momentos y, sin embargo, cada vez son más los jóvenes que solicitan una ayuda para incorporarse a la agricultura o a la ganadería. Y aunque las cifras no son para tirar cohetes, sí demuestran que la tierra vuelve a enganchar a quienes todavía no han cumplido los 40.

Que cada vez son más los jóvenes que buscan una oportunidad laboral en el campo es algo que demuestran las últimas cifras que maneja la Conselleria de Agricultura, que destacan que este año van a ser 81 los profesionales de la provincia que se van a beneficiar de las ayudas a la primera incorporación de jóvenes agricultores. Esos 81 nuevos llauradors suponen un 2,5% más que el año pasado, y un 52% más que en el 2016, cuando fueron 53.

Pero, ¿de dónde son los jóvenes que han optado por ir a contracooriente y apostar por la agricultura y la ganadería? La mitad de ellos procede de la comarca del Maestrat, mientras que 15 viven en el Alto Palancia y otros 13 lo hacen en la Plana Alta. El resto se reparten entre la Plana Baixa (8) y el Ports (3). Y otro apunte más: el peso de la mujer poco a poco se reduce. «En la convocatoria del 2016, el 34,4% de los beneficiarios de la provincia fueron mujeres, mientras que en la de este año el porcentaje se ha reducido al 26%», explican fuentes del departamento de Agricultura.

La demanda para ser joven agricultor es cada vez más alta, pero el importe de las ayudas mengua. Los 81 menores de 40 años que este 2019 van a tener ayudas se van a repartir un total de 1,9 millones de euros. En 2018 los beneficiarios en Castellón fueron 70 y el importe de las subvenciones ascendió a 3,5 millones de euros.

Para acceder a la ayuda, enmarcada en el Programa de Desarrollo Rural de la Comunitat Valenciana 2014-2020, los beneficiarios han tenido que presentar un proyecto empresarial que acredite la sostenibilidad y viabilidad económica de su explotación. «El incentivo consiste en una prima de 20.000 euros, que puede incrementarse según diversos factores socioeconómicos del joven y de la explotación, hasta un máximo de 70.000» explican.

Entre los criterios de prioridad para la selección de proyectos se considera la dedicación de la explotación a la producción ecológica o acogida a figuras de calidad, las solicitudes presentadas por mujeres y las que contemplan la integración del titular en una entidad asociativa para la transformación o comercialización así como las correspondientes a explotaciones ubicadas en zonas con dificultades.