Las airadas y contundentes reacciones del sector taurino no han hecho rectificar a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, quien a pesar de la reivindicación de los ganaderos de reses bravas y de toros de lidia de la Comunitat Valenciana al saber que no iban a recibir ayudas desde su departamento --mientras otros sectores ganaderos sí que se beneficiarán--, mantiene que su conselleria «no ostenta competencias en materia de espectáculos taurinos». Para reforzar esta argumentación remitieron a las declaraciones del ministro, Luis Planas, quien el 30 de abril «en la conferencia sectorial entre el Ministerio y las comunidades autónomas indicó que no contempla ayudas porque no es el organismo competente», señalaron ayer desde el área que dirige Molla.

El decreto de ayudas «tiene relación con la imposibilidad de comercialización de productos agroalimentarios a través de los canales de distribución, principalmente del canal Horeca (hostelería, restaurantes y cafeterías) y de los mercados de proximidad», precisaron.

La discrepancia de los ganaderos de reses bravas es evidente, y no están solos en su reivindicación, fundamentada en que forman parte del sector primario y han visto interrumpida de manera radical su actividad por la crisis sanitaria del covid-19.

APOYO INSTITUCIONAL / En sus demandas no están solos desde un punto de vista oficial. El director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuestas a las Emergencias, José Mª Ángel, incidió en que en la Comunitat hay algo más de 100 ganaderías de reses bravas consideradas «un sector absolutamente importante» que contribuye al PIB valenciano y cree que «es una obligación de los gobernantes ayudar a todos los que se han visto afectados por esta crisis, sin excluir a nadie».

A instancias de la Federació de Penyes de Bous al Carrer, Ángel se reunirá por videoconferencia con esta entidad y la asociación de ganaderos para estudiar esta situación y escuchar su postura. Porque a su modo de ver, este problema afecta de forma directa a la fiesta de los bous al carrer, «que es uno de los activos más importantes de gran parte de los pueblos valencianos».