Los ahorros de las familias y empresas de la provincia de Castellón crecen y lo hacen, además, a un ritmo más elevado que el de la media nacional. Al menos ha sido así durante la última década, entre los años 2009, recién iniciada la grave crisis económica, y el 2019, según se desprende de los datos que recoge el último informe emitido por el Instituto Valenciano de Finanzas, referido al cierre de septiembre pasado.

Esos números dejan ver que al concluir el tercer trimestre del último ejercicio, las entidades financieras de la provincia guardaban 3.985 millones de euros, frente a los 3.451 millones del mismo momento de diez años antes, lo que representa un aumento del 12% en términos relativos, más del doble que el 5% correspondiente a la media nacional.

En lo que se refiere a las causas de que se produzca esta evolución, contraria al hundimiento que han vivido los créditos en este mismo periodo, como informó Mediterráneo, el presidente del Colegio de Economistas de Castellón, Jaime Querol, ha explicado que precisamente la caída del endeudamiento impulsa que empresas y familias tiendan a guardar más dinero en el banco, si bien no hay un trasvase directo en el sentido de que los salarios actuales, más bajos, tampoco permiten ni asumir obligaciones financieras de pago, ni ahorrar en una medida mayor.

al cero por ciento // En lo que se refiere al conjunto de la Comunitat Valenciana, los depósitos han experimentado desde el 2009 un incremento del 5,9%. O sea, 6.200 millones más, al pasar de 104.379 a 110.569 entre septiembre del 2009 y el mismo mes del 2019. El director adjunto del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), Joaquín Maudos, considera «normal» ese alza en los depósitos, precisamente por la reducción del endeudamiento, y cree que los datos serían aún más elevados si los tipos de interés no estuvieran, como es el caso, en el cero por ciento.

Si el Banco Central Europeo hubiera optado por subir el precio del dinero, cabe pensar que una parte destacada del ahorro no habría acabado situado en fondos de inversión, como está sucediendo en estos momentos, consecuencia de que en estos últimos productos la rentabilidad es sensiblemente más alta, aunque también incorporan más riesgo. Una rentabilidad que ya no ofrecen los depósitos, que algunas entidades ya ni siquiera ofrecen.

En relación con esto, Maudos expresó su preocupación por que muchos pequeños ahorradores de perfil conservador «se vean forzados» a invertir en productos de mayor riesgo y «acaben pillados». «No sé si esa gente es consciente de que puede perder dinero incluso con la renta fija», afirmó a este diario. Y es que ese tipo de inversión cotiza en Bolsa, al igual que sucede con los planes de pensiones, que «están teniendo unas rentabilidades muy bajas» pero que los bancos comercializan por su rendimiento como producto y en el que muchos ahorradores están colocando su dinero.