La liberación del peaje en la autopista AP-7 marcará un antes y un después en la forma de circular por Castellón. Ante esta circunstancia, las diferentes administraciones muestran cautela sobre cómo afectará el cambio al tráfico. Por ello, el Ministerio de Fomento no tiene prevista ninguna inversión hasta conocer qué ocurrirá a partir del día 1 de enero.

El conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Arcadi España, señaló en unas declaraciones a Radio Valencia que la Generalitat remitió un documento con peticiones al Ejecutivo central, referido a aspectos como la creación de nuevos accesos o mejoras de mantenimiento. «Tenemos que ver cómo evoluciona en los primeros meses y desde ahí tomar decisiones», explicó. Entre ellas, la mejora de la conexión con Vinaròs, que España da por prácticamente segura.

La conversión de la vía en gratuita hará que la gran mayoría del flujo de vehículos pase por allí, en detrimento de opciones como la nacional 340. Un aumento que debe ser analizado a la hora de saber por dónde reforzar el firme, o incluso ampliar carriles en los puntos más saturados.

El conseller también reconoció que habrá que estudiar si seguir con el proyecto de ampliación de la CV-10 entre la Jana y l’Hospitalet de l’Infant (Tarragona), en función de la demanda. Asimismo, queda en el aire la aplicación de alguna medida de compensación a los consistorios que verán mermados sus ingresos por el IBI que hasta ahora pagaba la empresa consesionaria.

ACCESO A CAMIONEROS / Por otro lado, el senador de Compromís, Carles Mulet, pide que la Dirección General de Tráfico (DGT) valore adaptar la actual obligación a los camiones de acceder al tramo más próximo de la AP-7, con la finalidad de poder ahorrar kilómetros de conducción.