Unanimidad abrumadora. El Ayuntamiento de Castelló aprobó ayer en sesión plenaria un respaldo absoluto al sector del ocio y de la noche, ante las pérdidas económicas que está sufriendo por las secuelas del covid-19.

Una moción presentada por el grupo municipal Ciudadanos en esta dirección contó con los votos favorables de todos los partidos con presencia municipal (PSOE, PP, Compromís, Podem y Vox). No hizo falta ni defensa del texto, ni tampoco justificación de voto (los argumentos eran sobradamente conocidos), ante una propuesta en el que se insta a las administraciones a que adopte medidas para al recuperación de este sector económico. La formación naranja se situó ayer en la equidistancia del debate municipal delante de un problema que sufren 600 profesionales en la provincia.

Un pleno que, a priori, iba a ser tranquilo, pero fue subiendo de tono en cada una de las intervenciones de los concejales en la defensa de sus mociones.

Ciudadanos y PP censuraron al equipo de gobierno las excesivas modificaciones de crédito. Vicent Vidal, portavoz adjunto de Cs, apeló a la «prudencia contable», mientras que los populares, en la voz de Juan Carlos Redondo, detallaron que «no se está trabajando en la dirección correcta y se está abusando de este procedimiento».

Contestó por parte de los socialistas José Luis López, quien, primero recordó que en los seis años del Pacte del Grau y del Acord de Fadrell, «se han sacado 37 milones en modificaciones de crédito, mientras que en los 4 años de la última legislatura popular esta cifra superó los 93 millones». Pero, además, López dijo claramente que «no hay nada que esconder, funcionamos con toda la transparencia del mundo y dando todas las explicaciones».

Una moción de Vox pidiendo la supresión de al Federación Española de Municipios y Provincias, a la que calificó de «chiringuito partidista», fue aprovechada por el Partido Popular para atacar a la alcaldesa, que forma parte de la directiva de la FEMP , a vueltas de la derogación de la ley Montero. El popular Vicent Sales la acusó de «no defender los intereses de Castelló y someterse a lo que dicta su partido».