El Ayuntamiento de Castellón continúa con la negociación para aprobar, por segundo año consecutivo, una rebaja de la presión fiscal. El grupo de trabajo municipal de revisión de las ordenanzas fiscales, tasas e impuestos celebró ayer la última reunión en la que pusieron sobre la mesa las propuestas de reducir los impuestos para el año que viene.

Así pues, los partidos firmantes del Pacte del Grau, plantean aplicar reducir los coeficientes del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), tanto de urbana como rústica, después de la ya aplicada durante el presente año.

En caso de aprobarse en sesión plenaria, el gravamen aplicado al IBI urbano bajaría un 7,69% en 2018, sumándose al 5% de reducción ya aplicado en el 2017. La rebaja para el próximo ejercicio fiscal del 2018 en el caso del IBI rústico sería del 25%, mismo porcentaje que ya ha entrado en vigor en el 2017. También prevén una reducción de cinco puntos a los inmuebles de uso no residencial con los valores catastrales más altos mientras que se propone aumentar un 5,56% de aumento a las unidades fiscales del Puerto de la capital de la Plana.

Al respecto, el concejal Ignasi Garcia ha manifestado que la rebaja «afectará a todos los hogares castellonenses, aproximadamente unos 87.000, y a la práctica totalidad del resto de inmuebles de la ciudad de Castellón como ahora locales, comercios, pequeñas y medianas empresas».

IMPUESTO DE OBRAS / Por primera vez, el consistorio de la capital de la Plana contempla rebajar un 6,67% más el coeficiente del impuesto de Construcciones Instalaciones y Obras (ICIO), pasando del 3,75% al 3,50%, con el objetivo de incentivar las pequeñas obras de reforma y adecuación.