Es época de vendimia y, en el interior de la provincia, las bodegas se afanan en tener listos todos los preparativos para recolectar la uva y empezar a dar forma a los caldos de esta añada. Las previsiones son buenas y los agricultores de las tres comarcas vitivinícolas de Castellón, Alto Palancia-Alto Mijares, Sant Mateu y les Useres-Vilafamés, esperan una cosecha mayor y de mejor calidad. Ahora miran al cielo con cautela, porque unas lluvias fuertes de última hora podrían echar al traste una excelente campaña, que llega sin que la Comisión Europea haya resuelto todavía otorgar la Denominación de Origen Protegida (DOP) a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vins de la Terra de Castelló.

Esta sigue siendo la asignatura pendiente para abrir nuevos mercados y posicionarse entre los mejores caldos nacionales, porque la calidad de estos vinos así lo avala. Los integrantes de la IGP, conformada actualmente por 17 bodegas de la provincia, reivindican este reconocimiento que debe autorizar Bruselas, que sigue sin resolver al respecto, pese a que esta medida cuenta con el respaldo de la Conselleria y del Ministerio. La última palabra la tiene el Parlamento Europeo y, de momento, guarda silencio.

«Esperamos que pronto se resuelva este asunto, porque en el 2003 nos dijeron que en 10 años tendríamos la DOP, luego se modificó la normativa, las bodegas nos adaptamos, pero el asunto está pendiente», explica Vicente Bellés de Bodega les Useres.

El bloqueo de esta tramitación no ayuda en nada a los caldos castellonenses. «Cuando tengamos la DOP se notará en la distribución porque las empresas especializadas nos buscarán», señala Sergio Garrido de Barón d’Alba.

en la carta // «Cuando vas a cualquier restaurante todos los vinos de la carta son denominación de origen menos los locales, por tanto, si lo fuéramos venderíamos más en toda España y en el mundo, porque somos vinos de calidad a muy buen precio», remarca Vicente Flors de la Bodega Flors.

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) comercializa más de 500.000 botellas. Hasta 50 referencias o marcas diferentes elaboradas en estas tierras llegan a los paladares más exigentes de la provincia, principal mercado, así como a diferentes zonas del territorio nacional e incluso a Alemania, Estados Unidos, Inglaterra y China. Aunque el verdadero salto al exterior no llegará hasta que se disponga de la DOP.

Los bodegueros reconocen que cada vez se beben más vinos de la tierra, aunque todavía falta mucho camino por recorrer. Bellés recuerda que solo el 15% de los caldos que se consumen en la provincia son producidos aquí, por tanto, uno de los objetivos es incrementar ese porcentaje.

¿que es la igp? // La Indicación Geográfica Protegida se creó en 2003 para designar los vinos obtenidos íntegramente de uvas producidas dentro del área compuesta por los terrenos aptos para la producción de uva de vinificación. Desde su creación está pendiente que se reconozcan ciertos vinos locales que permitiría el que se expandieran en el mercado mundial.