Más frecuentes y madrugadoras. El cambio climático ha adelantado un mes la fecha habitual de las olas de calor en Castellón, cuya probabilidad se ha multiplicado por diez en las últimas décadas. No es de extrañar pues que la provincia cruce este fin de semana una nueva situación de excepción térmica. Los termómetros apuntarán hoy a los 40º en algunos puntos del territorio en la segunda ola de calor en menos de dos semanas. La canícula, habitualmente fijada entre el 15 de julio y el 30 de agosto, se ha expandido. Así lo advierten los expertos. El verano térmico comienza ahora en junio y se amplía hasta septiembre.

«Los veranos son ahora más largos y más cálidos», asegura José Ángel Núñez, jefe de Climatología de Aemet en la Comunitat valenciana. «La frecuencia de tránsito de masas de aire cálido en junio que dan lugar a temperaturas anormalmente altas es casi diez veces superior en las dos primeras décadas del siglo XXI que en las dos últimas del siglo XX, pasando de una vez cada 30.7 años, a una vez cada 3.7 años», explica. Además, se ha incrementado la temperatura media en un grado y ha crecido la frecuencia de las olas de calor. Este es el cuarto año consecutivo con al menos una ola de calor en Castellón, algo que no había ocurrido nunca.

Desde 1975, según datos de la Aemet, y hasta 2018, la provincia de Castellón había sufrido catorce olas de calor. Solo dos, en 1982 y 2003, habían sido en estas fechas. El resto de olas se produjo en el mes de agosto, la mayoría, y alguna a finales de julio.

Por estos motivos, no es de extrañar que este fin de semana los termómetros apunten a los 40º. El interior sur de la provincia está hoy en aviso amarillo por altas temperaturas, en especial en las áreas del Alto Palancia y del Alto Mijares. Mañana se une al nivel amarillo por altas temperaturas el litoral sur de Castellón. José Quereda, catedrático de climatología de la UJI, explica que esta ola de calor que sufre la provincia, la segunda en diez días, finalizará de domingo a lunes, cuando se esperan precipitaciones.