Los precios de la campaña citrícola han sido más altos para los agricultores que en anteriores campañas debido a la corta producción --sobre un 20% menor--, y continúan al alza en las últimas y escasas ventas que quedan de variedades tardías, que se han adelantado. Este es el balance a nivel estatal de las organizaciones agrarias, que confirman la subida de precios y, sobre todo para quienes han tenido buen tonelaje, creen positiva la campaña.

También lo apunta el gerente de la cooperativa Agroal, de les Alqueries. Rafael Capella señala que esta temporada “ha estado bien para quien ha producido” y manifiesta que ha sido así “para todas las variedades”, desde las tempranas hasta las tardías: “Todas han tenido un rendimiento bueno” en cuanto a precio.

Según la Consejería de Agricultura andaluza, las cotizaciones han sido casi un 50% superiores a las del pasado 2015, con un precio medio de 0,28 euros por kilo. También apunta el adelanto de la recolección de la mandarina ortanique de mayo a marzo.

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, ratifica la bajada de la producción anunciada en los primeros aforos, con descensos de entre el 20 y 22% en la Comunitat, sobre todo en mandarinas tempranas. “Esta bajada se ha traducido en mejores precios, entre el 8 y el 15% respecto al año pasado y por encima del coste de producción”, apunta, antes de matizar que la campaña ha sido “positiva, pero agridulce”, ya que los ingresos “no compensan la falta de volumen y la facturación conjunta ha sido menor”.

El responsable citrícola de UPA, Rafael Cervera, estima que este año la campaña finalizará a principios en vez de a finales de abril por la falta de existencias. H