En un contexto en el que la competencia de terceros países productores es «terrible» en palabras de un empresario castellonense desplazado a Fruit Logistica, Canadá se ha situado en la principal esperanza del sector citrícola. Este país se convirtió el año pasado en el primer destino no europeo de las exportaciones de fruta de la provincia, desbancando a unos Estados Unidos donde en pocos años se ha perdido una cuota muy importante del mercado sin que las firmas sean capaces, hasta el momento, de parar la sangría.

Todo ello, sin perder de vista que el gran reto de las compañías es recuperar el terreno perdido en una Europa que representa el 95% de las ventas de naranjas de Castellón fuera de España.

El vicepresidente de la patronal citrícola Asociex y gerente de Nulexport, Pasqual Pla, reconoció que el canadiense es un mercado «apetecible», en especial desde la entrada en vigor, el 2017, del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y este país, conocido como CETA. Las ventas a este destino se han incrementado en un 26% durante el primer año de vigencia del tratado y superarán con holgura los 12 millones de euros en el balance definitivo.

Es por ello que en la feria berlinesa, que cierra hoy sus puertas tras tres intensos días de contactos comerciales, los esfuerzos de las firmas de Castellón por abrir nuevos mercados se han focalizado en el país norteamericano. Asimismo, también han estado muy pendientes de posibles oportunidades en México o Puerto Rico.

ACUERDO CON JAPÓN // Otra de las opciones de futuro es Japón, con quien la UE acaba de firmar un acuerdo de libre comercio que abre «nuevas perspectivas», según varias fuentes del sector. Eso sí, reconocen que la apertura de un mercado nuevo «nunca es rápida ni sencilla», máxime en un continente asiático donde con las condiciones actuales no es posible enviar clementinas, pues pierden mucha calidad por el viaje, que supera los 40 días.