En la Comunitat Valenciana existe un problema muy importante de escasez de plazas en residencias de la tercera edad y Castelló es uno de los ejemplos más claros». Así de contundente se muestra José María Toro, presidente de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (Aerte), que no hace sino subrayar los números. La capital de la Plana necesita el doble de plazas en residencias para personas mayores para cumplir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A día de hoy, Castelló dispone de 795 plazas repartidas en ocho centros, y en la ciudad viven 31.134 mayores de 64 años, según el último censo. Esto supone que hay en Castelló 2,55 plazas por cada cien mayores, que es justo la mitad de lo que recomienda la OMS (cinco plazas por cada cien mayores).

Es un registro, el de Castelló, que palidece además en la comparación. En Castilla y León, por ejemplo, «se han construido 96 centros en la última década y hay 7 plazas por cada cien mayores». José María Toro, el presidente de la patronal, destaca sobre todo la «falta de estrategia» institucional para abordar el problema. «La administración debería fomentar la llegada de inversores que complementen una oferta pública que, por supuesto, también se debe incrementar», explica Toro. «La gente necesita ser atendida, las residencias están llenas y hay grandes listas de espera», dice.

previsión // La gestión del envejecimiento de la población es uno de los retos que deben afrontar las diferentes instituciones en un país con una gran esperanza de vida. «No se mira al largo plazo», lamenta Toro, «y no solo con las residencias, pasa con la dependencia o las pensiones». En Castelló, el porcentaje de mayores de 64 años ha aumentado en cinco puntos en la última década, situándose en el 18%. Un registro que va a ir a más en los próximos años. «La población mayor sigue creciendo y este problema se va a incrementar», indica el presidente de Aerte, que reclama asimismo «acelerar el proceso de permisos y autorizaciones», un obstáculo que a veces frena a la iniciativa privada: «Hay que conseguir que Castelló sea atractivo para que se quiera invertir, y para eso se necesita más seguridad jurídica».

En cuanto a la pública, el déficit es importante. Además, este año, el cierre temporal de la residencia Lledó por reformas ha dejado a la ciudad de Castelló sin ningún centro de gestión pública de asistencia a mayores. Los usuarios van a ser trasladados a las dependencias que tiene la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas en Burriana hasta que estén listas las obras, que está previsto que finalicen durante el próximo verano, y cuyo presupuesto es de 1,5 millones de euros.