Si en el último año se ha contratado en la provincia de Castellón a un total de 902 personas con diversidad funcional, esta cifra representa el doble de las 459 a las que se dio empleo dentro de este colectivo en el 2014, por lo que se ha doblado sobradamente la proporción en el plazo de cuatro años, según se desprende de los datos que ha hecho públicos el Ministerio de Empleo.

Solo en el último trimestre del año, los números han sufrido un importante empuje, ya que al cierre de septiembre, pese a ser una cantidad récord, los contratos solo suponían un total de 746, con el mejor dato desde el 2006.

Aunque las cifras son todavía bajas en términos absolutos, el avance es sustancial, con un ritmo que se ha acelerado durante el 2018, pero que, además, ha sufrido una evolución constante al alza desde entonces al menos.

El grupo de castellonenses con alguna discapacidad, al igual que ocurre en el conjunto del país, es uno de los que encuentra mayores dificultades para la inserción en el mercado laboral y, en buena parte de los casos, la contratación corre a cargo de los centros especiales de empleo, que cuentan con ventajas específicas porque la mayor parte de su plantilla procede del colectivo.

De hecho, del total de casi un millar de contratados del colectivo en el 2018 en la provincia, 115 personas con discapacidad encontraron trabajo gracias a las gestiones realizadas por la organización Cocemfe para facilitar la inserción laboral.

Cara al futuro inmediato, la medida anunciada por Labora esta semana de ofrecer hasta 25.000 euros a las empresas que contraten de manera indefinida a personas desempleadas con diversidad funcional, de larga duración, mayores de 50 años, o en riesgo de exclusión social, abre nuevas posibilidades de mejorar las condiciones del colectivo de quienes sufren alguna discapacidad en la provincia de Castellón.