El control de la pandemia en la provincia es una realidad, aunque siempre hay que ser cautos porque el virus persiste y la amenaza de un segundo rebrote es una realidad. Castellón encara la nueva normalidad con una de las tasas de contagio más baja de la serie histórica desde el inicio de la pandemia, según los últimos datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III.

Para medir la evolución de la propagación del virus resulta clave el llamado número de reproducción básico instantáneo (Rt) que es el promedio de casos secundarios que cada sujeto infectado puede llegar a infectar en una etapa de tiempo.

El pasado 14 de junio este indicador en la provincia se situaba en un 0,61, más de cuatro puntos menos que justo cinco días antes, el pasado 9 de junio, cuando se disparó a 1,04, pasando la barrera del 1. Los epidemiólogos consideran que si se supera ese umbral el virus se sigue propagando entre la población, mientras que si es inferior a 1 la infección está bajo control y remite tras un largo periodo.

Máximo de 3,86

Esta tasa llegó a su máximo el 11 de marzo, antes de la declaración del estado de alarma, con un 3,86. A pesar de que el descenso registrado entre el 9 y el 14 de junio es muy relevante no hay que bajar la guardia, teniendo en cuenta que la medida de la Comunitat en esa misma fecha era de un 0,41. La cifra es la misma en Castellón que en Alicante, mientras que en Valencia es del 0,38, muy por debajo que las otras dos provincias.

En las comarcas castellonenses, como informó Mediterráneo, los nuevos casos detectados en los últimos 14 días se concentran en la costa, especialmente, en la zona de la Plana.

De todos modos, no hay que bajar la guardia porque los médicos advierten de un repunte en los contagios con la llegada de turistas y visitantes, tanto nacionales como internacionales ahora que se han abierto las fronteras.