Las seis batidas realizadas en las últimas semanas en el Desert de les Palmes se han saldado con un total de 57 animales muertos por parte de los cazadores. Más allá de los resultados, tanto las entidades cinegéticas como la Conselleria de Medio Ambiente hacen una valoración «positiva» de estas actuaciones porque creen que les ha permitido «obtener mucha información de primera mano sobre la colonia existente en el parque natural».

Tanto es así que, según explicó a Mediterráneo el director territorial de Medio Ambiente, Antoni Garcia, tras este primer proceso han llegado a la conclusión de que la estimación de población realizada antes de las batidas, que era de 750 ungulados, no se adecuaba a la realidad. «Pensamos que puede haber alrededor de 500 animales, un 25% menos de los que creíamos», apuntó.

Otra de las lecciones de estos dos meses de acciones cinegéticas es que la mayoría de los jabalís se encuentran en la zona más próxima al litoral del parque, fundamentalmente en término municipal de Benicàssim. La realizada allí fue, con prácticamente 30 abatimientos, la más exitosa con diferencia, aunque también en Cabanes se logró la captura de más de 15 ungulados. En cambio, las actuaciones realizadas en Borriol y la Pobla Tornesa (dos en cada municipio), no obtuvieron prácticamente resultado.

CUATRO MESES

El balance fue puesto en común ayer mismo por varios actores, en un encuentro en el que también participó la directora del parque, Gloria Romero. La reunión también sirvió para pactar el calendario de esperas nocturas, que comenzarán el próximo mes de mayo y se alargarán durante cuatro meses, probablemente hasta agosto.

Aunque, según explicaron fuentes de la Federación de Caza a este diario, es difícil que con esta modalidad se pueda abatir más de un animal por noche, se realizarán suficientes como para que la previsión sea reducir la población en otros 70 u 80 animales, de forma que se quedaría en poco más de 400 en el Desert.

El plan iniciado con las seis batidas prevé reducir el número de jabalíes en el parque en alrededor del 66% en un plazo aproximado de dos años, pues las partes tienen la convicción de que con estas cifras bajarían de forma notable los problemas vinculados a la agricultura y al tráfico.