El cierre del anillo de circunvalación de Castelló está pendiente desde hace ocho años a falta de un tramo de apenas 2,2 kilómetros que enlazaría la ronda Oeste -que muere desde 2011 en la intersección de la carretera de Borriol con la UJI, concretamente en la rotonda de la silla- con la ronda Sur. Un proyecto que acumula reiteradas promesas de ejecución pero que, en la práctica, está pendiente y sin previsión, al menos a corto plazo, de materializarse. Y mientras se está a la espera de la culminación de la ronda de circunvalación, a diario se repite el colapso en el acceso sur a las rondas, a la altura de la rotonda anexa al centro comercial Salera, especialmente en horas punta y más aún desde que se instaló un semáforo en mitad de la glorieta que ralentiza el tráfico.

Además, el hecho de que no esté finalizada la variante que rodea la ciudad congestiona más de tráfico las calles de la capital, ya que la falta de esos apenas 2 kilómetros impide que se pueda bordearla sin pisar la trama urbana.

LA ÚLTIMA OBRA // La culminación del tramo pendiente se ha ido posponiendo después de que el 22 de septiembre del 2011 comenzara a ser operativo el primer recorrido de la ronda Oeste, de 2,5 kilómetros, desde la avenida del Castell Vell -antigua N-340- y la rotonda de intersección de la carretera de Borriol con la UJI. Y en los presupuestos autonómicos para el 2019 tampoco hay consignación económica para la obra reivindicada durante años. Sin previsión, al menos a corto plazo, para abordar el proyecto, este está incluido en el plan Uneix. Un programa estratégico para la mejora de la movilidad, infraestructuras y transporte de la Comunitat que define las principales líneas a ejecutar en un amplio periodo de tiempo 2019-2030. Con este documento encima de la mesa, se tendrá que estudiar la planificación y la calendarización de los proyectos que están incluidos en el programa.

La incorporación de las obras para culminar el eje de circunvalación de Castellón a este plan autonómico se hace después de años de retrasos -incluso se llegó a suspender el proyecto hace seis años por la crisis económica- y después de que la exconsellera de Vertebración del Territorio, María José Salvador -ahora vicepresidenta de les Corts- reconociera en noviembre del 2011, en un acto en Castellón, que la segunda fase de la ronda Oeste estaba condicionada a que el Gobierno central aumentará la inversión en la Comunitat, relacionando así el proyecto a la infrafinanciación del Estado. Hace pocas semanas, el propio president de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró en una comparecencia en el salón de plenos del ayuntamiento, que la finalización de la ronda Oeste era «una prioridad» pero sin avanzar ningún tipo de plazos.

El primer tramo de la ronda Oeste tuvo un coste de 23,9 millones, y fue financiado por la Generalitat, a través del plan Confianza. Fue la última en ejecutarse, tras las Sur, Este y Norte.