El cierre de la liquidación de ejercicio del 2015 en materia de financiación autonómica, que sirve como referencia para los cálculos del actual sistema en el 2017, corrobora los peores presagios para la Comunitat Valenciana al situar a esta autonomía a la cola del Estado en cuanto al gasto por habitante que, en el caso de la provincia de Castellón, se encuentra ya a ocho puntos por debajo de la media española, muy lejos de las aportaciones que se dan en regiones como Cantabria o La Rioja, con una diferencia que supera ampliamente los 30.

El estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sobre liquidación autonómica, que calcula la financiación definitiva y a cuyos datos incorpora las competencias homogéneas a igual esfuerzo fiscal, ofrece datos fundamentales que servirán de base para la formulación del nuevo sistema que se pretende impulsar, con el fin de corregir los actuales desequilibrios territoriales.

BASE DEL NUEVO MODELO

Los resultados del informe provocaron ayer una riada de declaraciones políticas de las distintas formaciones, que coincidían en la necesidad de establecer nuevos criterios en las negociaciones que deben llevar, antes de que acabe este año, a la aprobación de un nuevo modelo de financiación.

Los datos recogidos por Fedea relativos a 2015 resultan «de especial interés» porque éste podría ser el año de referencia del nuevo sistema de financiación que ha comenzado a negociarse con el fin de que se pueda poner en marcha a lo largo del 2018.

Según este estudio, partiendo como base de referencia en una media de cien por habitante, Cantabria recibió 123,4 en el 2015, 2,1 puntos más que el año anterior, seguida de La Rioja que se financió con 120,8, un punto menos que en el 2014.

A estas dos regiones les siguen como mejor financiadas Extremadura (114,4), Baleares (108,4), Castilla y León (106,8), Aragón (105,4), Asturias (104,8), Galicia (104,6), Canarias (102,9) y Castilla-La Mancha (100,3). El resto de comunidades están por debajo de la media en la financiación de sus competencias y destaca, sobre todo, la anómala situación de la Comunitat Valenciana que, con un 92,5, se sitúa en la parte más baja de la tabla, muy por detrás de murcianos y andaluces.

Pese a todo, el volumen total de la financiación definitiva regional experimentó en este año de referencia un aumento muy significativo, con un crecimiento del 6,9 % en relación al 2014 que en la Comunitat fue del 2%.