L a Conselleria de Agricultura ha iniciado la suelta del Anagyrus aberiae, un parasitoide destinado a masacrar la población del temido cot onet de Sudáfrica, que se ha extendido de forma descontrolada por varias comarcas valencianas provocando la ruina de los cítricos. Y ha empezado en una finca de Onda, de la Cooperativa Agrícola Nuestra Señora de la Esperanza.

El Anagyrus es un asesino lento y despiadado. La hembra pincha las larvas del cotonet e inocula en ellas sus huevos. Cuando estos eclosionan, los pequeños individuos se comen desde dentro a la larva de su anfitrión, que no es precisamente un organismo simbiótico, porque deforma las hojas y los frutos de los cítricos, impide su maduración y, por ende, les arrebata la vida comercial.

El proceso ha sido largo. El cotone t llegó a la Comunitat hace un década y apareció en la zona de les Valls, en el Camp de Morvedre. En un principio se pensó que era autóctono y se le denominó cotonet de les Valls , pero más tarde, después de realizar una serie de análisis de ADN, se concluyó que procedía de Sudáfrica y que había viajado con los cítricos exportados desde aquel país, donde tiene depredadores naturales que no hacen necesario un control específico.

Desde la zona de entrada inicial, el insecto ha ido progresando en el territorio valenciano hasta el punto de que se ha extendido (en forma de manchas sin conexión entre ellas) por Castellón y otras comarcas valencianas. En principio, los agricultores y la administración se decantaron por el metil-clopirifo, un insecticida apto para su extinción. Pero no duró mucho. En el 2015 ya había empezado a generar resistencias por parte del cotonet y, además, este año ha sido prohibido por la UE.

En el 2016, la Generalitat puso en marcha un programa de lucha contra esta plaga con la Universitat Politécnica de València (UPV), que envió a dos técnicos a Sudáfrica para que estudiaran a los posibles depredadores del cotonet . Se encontraron varios, pero el que se importó en el 2019 fue el Anagyrus.

Tras las sueltas experimentales de julio en localidades como la Vilavella, este agosto se ha iniciado la ofensiva con un ejército de varios centenares de este espécimen procedentes del insectario de Almassora que han sido soltados en Onda como paso previo a su extensión al resto de parcelas citrícolas de la Comunitat .

Los exterminadores de este temido insecto se crían en los centros que Conselleria tiene en Almassora, Silla y Moncada. La Generalitat va a invertir 700.000 euros en esta campaña. Veinte personas se dedican a la erradicación parcial del cotonet . H