La crisis abierta en el Golfo Pérsico, con la ruptura de relaciones entre Arabia Saudí, y sus aliados, por un lado, y Catar, por otro, ha abierto un nuevo frente de incertidumbre en parte de las casi 300 empresas castellonenses que, directa o indirectamente, operan en la zona, un mercado que, solo a lo largo del pasado año, realizó compras a Castellón por valor de más de 16,2 millones de euros, el 82% procedente del azulejo.

La fuerte inestabilidad del cada día más complejo escenario de Oriente Medio ha agravado una situación que se viene arrastrando especialmente desde hace dos años en cuanto a las transacciones comerciales. En 2016 las exportaciones castellonenses bajaron en casi un 20% respecto al 2015 y en el primer trimestre de este año registra ya un descenso del 1,24% con respecto al mismo periodo del año anterior, según señalan fuentes del ICEX.

La actual situación obligará a las empresas castellonenses que operan en toda la región a acomodar sus estrategias comerciales a las fuertes tensiones existentes, tal como señala el responsable del departamento de Internacionalización de la Cámara de Comercio de Castellón, Joaquín Andrés. Si bien la cerámica acapara ocho de cada diez envíos que se realizan a estos países situados en el Golfo Pérsico, en los últimos cuatro años se han incorporado en menor medida otros sectores de la provincia que habían visto en el mercado árabe un posible espacio de oportunidad como son las naranjas, muebles, vinos, agua mineral, quesos o, incluso, pescado congelado. Son algunos de los productos de Castellón que, aunque en pequeñas cantidades suelen encontrarse en hoteles, restaurantes, centros comerciales o apartamentos de Catar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes o Dubai, entre otros países.

SOBREXPUESTOS A LA CRISIS

Si bien a lo largo de la crisis el número de empresas exportadoras de Castellón a Oriente Medio llegó a incrementarse por encima del 20%, en los dos últimos años su número se ha estancado hasta llegar a una situación que puede agravarse por las actuales circunstancias geoestratégicas que vive toda la región, según entienden ejecutivos de ventas que operan en estos mercados, con cuyas opiniones viene a coincidir plenamente Joaquín Andrés.

«Sin duda la crisis provocada por el conflicto entre Catar y el resto de los países del Golfo está provocando gran incertidumbre y podría desencadenar consecuencias económicas que no favorecen a nadie y menos a las empresas que operan allí», señalan. Y los pavimentos y revestimentos cerámicos son los sectores más sobreexpuestos actualmente a esta crisis, explican las mismas fuentes.