En un pleno que en poco o nada se pareció al de mayo, cuando lo bronco del debate llevó incluso a parar la sesión para aplacar los ánimos, la Diputación de Castellón dio su visto bueno por unanimidad a la propuesta socialista, completada por el PP de pedir al Gobierno central que consigne un presupuesto de 22,1 millones de euros con los que acometer las infraestructuras necesarias para traer a Els Ports los 10 Hm3 de agua del Ebro que pacto el presidente, Javier Moliner, con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en el año 2013.

Los fondos suponen el capital necesario para las cuatro balsas a construir en la comarca castellonense con las que poder almacenar y distribuir los necesarios recursos hídricos del Ebro.

Este espíritu de acuerdo estuvo presente, sin embargo, solo a medias, a lo largo de un plenario en el que la nueva plantilla de la Diputación (aprobada en solitario por el PP), y los criterios para la concesión de subvenciones para espectáculos, fueron dos ejes de discusiones políticas. En el último punto no faltaron las críticas de Compromís a la concentración de ayudas en Peñíscola y las ironías en torno a la cuestión.

FIJAR LA POBLACIÓN // No fue posible la unanimidad en uno de los temas destacados del día, la moción del PP que, con enmiendas de adición de Compromís y Ciudadanos, fue aprobada por estos grupos, y pide a Consell Unión Europea y Gobierno central más inversiones para luchar contra la despoblación, un problema serio en el interior de Castellón.

El portavoz popular y vicepresidente de la Diputación, Vicent Sales, señaló que lo que se persigue es instar a todas las administraciones publicas a discriminar positivamente las inversiones hacia los territorios rurales, «que son quienes más necesitan de nuestra ayuda y recursos. Necesitan inversiones que generen actividad, oportunidades y sean rentables para el futuro».

En este punto, el portavoz socialista, José Benlloch, explicó la abstención de su grupo, al cuestionar que lo que hace la institución para apoyar al interior vaya más allá del «interés mediático», que pueda atender a «una moda», así como puso de manifiesto que el PSPV se ha «sentido muy desplazado en este tema».

Por su parte, el presidente Javier Moliner, intervino al elevarse el tono del debate y lamentó que «por una cuestión puramente tacticista» los socialistas se «desmarcaran» de la petición de inversiones para ayudar a fijar a los habitantes del interior.

Si la diputada de Ciudadanos, Cristina Fernández, afeó que no se alcanzara el consenso en un tema de la trascendencia de la pérdida de población en los municipios castellonenses, el portavoz de Compromís, Xavier Trenco, dijo de programas como Repoblem son «mejor que nada», pero todavía «resultan insuficientes».

provincia singular // Vicent Sales argumentó, por su parte, que Castellón es una provincia que sufre especialmente el problema de la despoblación, ya que el 80% de sus habitantes residen en la costa, el 20% del territorio, y el 20% en el resto, representado por los pueblos de interior.

Según Sales, el 86% de los pueblos tiene menos de 5.000 habitantes y 19 de ellos menos de 100, en uno de cada cuatro pueblos no nace un niño desde hace más de un año; y 49 municipios están por debajo de los 10 habitantes por kilómetro cuadrado.