Acaba de tomar las riendas de la recién creada Agenda Valenciana Antidespoblament (Avant), con sede en Castelló. El objetivo del nuevo organismo es combatir este problema que afecta casi de forma crónica a las comarcas del interior de la provincia que ven como se quedan sin habitantes, con las consecuencias que esto conlleva. A pesar de que todavía se está familiarizando con su cargo como directora general, Jeannette Segarra sabe lo que es y lo que supone la despoblación, ya que vive en Llutxent, un pequeño pueblo de la comarca valenciana de la Vall d’Albaida del cual fue alcaldesa, con solo 27 años, durante tres legislaturas. Por tanto, conoce y sufre de cerca lo que supone que los vecinos cambien el interior por la costa.

Apartada de la primera línea de la política para centrarse en su trabajo como profesora de inglés y directora de un colegio de Gandia, Segarra ha aceptado el encargo del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, «para trabajar duramente con el objetivo de cambiar tendencias y frenar la despoblación». Segarra resalta la sensibilización del jefe del Consell en esta materia, «como alcalde de Morella que fue».

De todos modos, la realidad es tozuda y Segarra reconoce que las soluciones deben ser a largo plazo y advierte de que no existen los milagros. De igual modo, aboga por la unión de los municipios a nivel comarcal para sumar sinergias en el día a día independientemente del color político de cada ayuntamiento.

-- ¿Cuál es la primera medida que tomará al frente de la Agenda Valenciana Antidespoblament?

--Voy a hablar con todos los alcaldes, ahora estoy leyendo y estudiando documentación al respecto para familiarizarme con el problema, aunque como vecina de un pueblo pequeño y alcaldesa que fui lo conozco bien. Primero, quiero reunirme con ellos, recorrer el territorio para conocer la realidad in situ contada por sus protagonistas.

---¿Qué acciones concretas se pueden llevar a cabo para evitar la despoblación en el interior de la provincia de Castellón?

--El tema ha resultado complicado porque es como un pez que se muerde la cola. Sin duda, el factor económico y la falta de oportunidades son la clave. La mayoría de estos municipios viven de la tierra y de todo lo que ello comporta, por tanto, si esta deja de ser rentable, los cultivos se abandonan y aparecen las casas deshabitadas porque la gente se va y se cierran los comercios. El problema es de décadas y necesitamos ayuda para frenar esta diferenciación entre costa e interior.

--¿Qué municipios o zonas de la provincia son los más afectados por la pérdida de habitantes?

--Existen tres comarcas de Castellón consideradas desiertos demográficos, como son Els Ports, l’Alt Millars y l’Alt Maestrat. Algunos pueblos del interior cuentan con menos de diez habitantes por kilómetro cuadrado cuando la densidad media de población en la Comunitat es de 213 vecinos por kilómetro cuadrado. Actualmente, 86 de los 135 municipios de la provincia de Castellón están por debajo de los 1.000 habitantes.

--¿Cree usted que sería una medida efectiva garantizar todos los servicios públicos por ley, más allá del número de habitantes?

--Sin duda, hay que garantizar que todos los valencianos tengan los mismos servicios y oportunidades allá donde vivan, estén en la costa o en el interior. Es nuestra obligación. La falta de transporte, las malas conexiones a nivel tecnológico, como internet, o la exclusión financiera por falta de entidades bancarias son problemas que hay que resolver. Un total de 210 localidades de la Comunitat Valenciana tienen, actualmente, problemas graves de cobertura, con las dificultades y problemas que ello supone.

--¿Evitará el Consell el cierre de aulas y colegios en municipios con pocos niños?

--El conseller de Educación, Vicent Marzà, y el propio presidente, Ximo Puig, ya han asegurado que no se va a cerrar ni una solo aula en el interior por falta de alumnado. Garantizar la educación es fundamental para que los padres no piensen en marcharse de los pueblos.

--¿Cómo se puede lograr que la gente se quede en sus pueblos y que personas de fuera opten por cambiar la costa por el interior?

--Hay que hacer los pueblos atractivos, para ello debemos ser capaces de apostar por nuevas economías que permitan a la gente quedarse y vivir de su trabajo. Un punto a estudiar es conseguir inversiones y atraer a las empresas, por ejemplo, a través de beneficios fiscales, facilitando la puesta en marcha de nuevos negocios. Se trata de una discriminación positiva para paliar el problema. Son algunos de los aspectos que ahora tenemos que estudiar y analizar en profundidad.

--¿Considera que la entrega directa de ayudas económicas, por ejemplo, a través de bonos o cheques bebé, puede ayudar a retener población y favorecer nuevos nacimientos en el interior?

--Todas las medidas, si son coordinadas son bien recibidas. Los alcaldes pueden realizar aquellas acciones que consideren para combatir la despoblación. Todos debemos caminar juntos para combatir este problema.

--¿Cuál le gustaría que fuera el balance de esta nueva entidad dentro de cuatro años, cuando concluya la legislatura?

--Si yo le di mi compromiso a Ximo Puig, que conoce como yo este problema de cerca, es para trabajar duro con vocación de servicio público. Voy a escuchar, a pisar el territorio porque este es un problema vivo. El balance me gustaría que fuera el del trabajo hecho intentando marcar tendencias con vistas a cambiar las existentes. La despoblación no es un problema que se pueda resolver a corto plazo porque se arrastra desde hace décadas, por tanto, no se pueden hacer milagros ni conseguir resultados inmediatos. El objetivo es frenarlo, conseguir que la gente pueda y quiera quedarse en los pueblos. Las grandes ciudades que cuentan con una amplia oferta de ocio están de moda, pero los pueblos tienen su encanto mágico.