La Unió de Llauradors denunció ayer lunes que durante el año pasado los puertos europeos interceptaron 164 envíos de terceros países con cítricos infestados de plagas y enfermedades, un 64% más que el año anterior. Por ello, reclamaron que las autoridades comunitarias «se tomen muy en serio» la vigilancia fitosanitaria y «se planteen de una vez por todas» implantar el tratamiento en frío y el control en origen.

Según los datos que aporta la organización, Sudáfrica y China fueron los países donde mayor número de interceptaciones se produjeron en el 2019, con 34 (+164%) y 25 (+108%), respectivamente, seguidos por dos miembros de Mercosur, como Uruguay y Argentina, con 23 (+360%) y 21 (-5%). Solo estos cuatro países alcanzaron casi el 63% de los envíos rechazados en la UE por plagas, detallaron desde la Unió.

El secretario general de la organización, Carles Peris, indica que «la mayor parte» de las importaciones retenidas con plagas corresponden a la Phyllosticta citricarpa (45), el hongo que causa la «temida» mancha negra; y a la Thaumatotibia leucotreta (28), la «falsa polilla que provoca graves daños comerciales a los cítricos».

Ambas son plagas y enfermedades de cuarentena con un «grave riesgo que siguen sin estar presentes en la citricultura europea y cuya amenaza es cada vez más grande», advirtió el propio Peris.

riesgo // La organización cree que el balance de interceptaciones ponen de manifiesto «la necesidad de que las autoridades comunitarias se tomen muy en serio todo lo relacionado con la vigilancia fitosanitaria y se planteen de una vez por todas implantar el tratamiento en frío y el control en origen para las importaciones de cítricos, porque el riesgo está cada vez más latente».

«A nuestros cítricos, por ejemplo en Estados Unidos, Japón o China, les exigen unas condiciones para exportar, mientras que aquí cualquier país que desee vender a la UE pretende imponer sus reglas y eso no se puede consentir», reprochó Peris.

La Unió dio a conocer también que la Comisión Europea prohibirá la entrada en territorio comunitario a partir del próximo octubre de «todas aquellas producciones que contengan residuos de clorpirifós y metil clorpirifós, sustancias cuyo uso quedará prohibido a partir de abril para los agricultores europeos».