El reconocido entomólogo Ricardo Jiménez considera que el plan provincial contra los mosquitos, puesto en marcha por la Diputación de Castellón, supone «una apuesta importante que, si se hace con rigor, debe de resultar efectiva para que no haya problemas con los mosquitos» durante los meses de verano. «Hay suficiente dinero como para realizar los controles necesarios», remarca el experto en plagas, en cuanto al millón de euros de inversión que lleva aparejado.

La prevención resulta trascendental a la hora de evitar que, en los meses de más calor, se produzca una eclosión de estos molestos dípteros. Además, los controles preventivos resultan más economómicos que las medidas correctivas. Las labores que financia la Diputación se centran en zonas alejadas de los núcleos urbanos, como marjales y humedales, es decir, amplias extensiones de terreno que por sus características naturales son proclives a los encharcamientos, lo que comporta importantes focos de reproducción. Y es que la peligrosa combinación entre agua acumulada y calor desencadena la reproducción de estos insectos.

Desde la institución provincial aseguraron ayer que este amplio dispositivo, que incluye 40 medios para atajar la plaga, entre los que figuran tres helicópteros y 18 drones, «posiciona a la provincia como pionera a nivel nacional en la lucha contra los mosquitos al ser la primera que implanta un plan de acción como este».

Estos tratamientos son complementarios con los que realizan los propios ayuntamientos, que son los que tienen las competencias en esta materia. El objetivo es unir fuerzas para lograr una mayor efectividad.

El presidente de la Diputación, Javier Moliner, ha asegurado que este despliegue de medios es «la respuesta a la preocupación de los castellonenses, por eso, atacamos el problema con una respuesta contundente dotada de medios y de presupuesto».