Un pequeño empujón para las buenas ideas castellonenses. Con este propósito nace la nueva iniciativa de la Fundación Balaguer Gonel Hermanos, una entidad que lleva más de 40 años otorgando ayudas para “que no se pierdan los talentos”, según asegura su presidente, Ernesto Tarragó. Para ello, han creado un vivero de empresas, situado en pleno corazón de Castellón --en la calle Mayor número 40-- para proporcionar las herramientas necesarias a emprendedores y que “puedan llevar a cabo sus ideas”, explica. “El objetivo es que el espacio, dotado con despachos, ordenadores y salas de reuniones, sirva para que todos aquellos que accedan a él puedan establecer sinergias y beber de proyectos e ideas de otros compañeros”, revela Tarragó.

Fue hace unos días cuando se inauguró este nuevo espacio, que ya ocupa una persona que lleva a cabo su propio proyecto de futuro sobre diseño gráfico, y la entidad espera llenar estas salas con “jóvenes o mayores que estén empezando en el mundo empresarial”, asegura José Antonio Font, gerente de la fundación. “Este vivero se crea para que la gente pueda compartir sus experiencias y puedan ayudarse unos a otros”, esgrime. La fundación, con fines benéficos y docentes, ayuda a los jóvenes para que puedan continuar con sus estudios a través de becas universitarias y másters de posgrado. A lo largo de su trayectoria, casi 200 estudiantes se han beneficiado de estas ayudas dotadas de 6.000 euros, con las que también “pueden realizar estancias de prácticas en el extranjero”, cuenta Tarragó.

Gracias a estas ayudas, “muchas personas han podido encontrar un buen trabajo”. De hecho, uno de los jóvenes que ganó el premio a mejor estudiante de hostelería --que se entrega cada año durante las fiestas de la Magdalena--, se encuentra ahora trabajando como segundo somelier en el mejor restaurante del mundo, el Celler de Can Roca. Y es que por esta fundación han pasado ingenieros, arquitectos, músicos, periodistas, economistas, abogados e incluso teólogos. H