Las inundaciones registradas estos días en zonas de la Plana, como Almassora, Castelló, Burriana, Benicàssim u Orpesa, presentan, además de los daños causados, dificultades añadidas derivadas del estado de alarma. Algunas de las víctimas se han encontrado en las últimas horas con contratiempos sobrevenidos. Conseguir un fontanero, un mecánico, un pintor, la visita de un perito o, simplemente, material para reparar desperfectos, no resulta tan sencillo. Con los negocios cerrados --a excepción de los de primera necesidad-- y muchos profesionales autónomos con su actividad detenida o atendiendo solo urgencias, son cientos de personas las que tienen que arremangarse para devolver la normalidad a sus domicilios.

La almazorense Encarna López, de 79 años, fue evacuada por los bomberos de su alquería del camí Om Blanc con lo puesto. Aunque pudo trasladarse a su piso de Almassora, allí no cuenta con ropa u otros enseres. En otras circunstancias, esta vecina podría haber ido a una tienda a comprarse algo de ropa, pero ahora se ve obligada «a lavar las prendas y pasar» con lo que tienen «puesto».

Limpieza de los destrozos

Otro vecino de la calle Ausiàs March de Almassora ha tenido que pedir ayuda a sus padres para poder achicar el agua del comedor y limpiar. «En las primeras horas del miércoles tuvimos que apañarnos con lo que había por casa, recogedores y cubos. Por la tarde, ya pudimos ir a la cooperativa de Almassora y hacernos con cepillos industriales para seguir», explica.

Los coches aparcados en la vía pública o en garajes han sufrido también importantes daños por las anegaciones, pero con los talleres trabajando a medio gas no hay oferta suficiente. Mediterráneo lo comprobó ayer mismo. De seis negocios a los que llamó por teléfono para comprobar la disponibilidad, solo uno de ellos permanecía abierto. Por lo general, atienden urgencias y, tras el histórico temporal, son muchos los avisos recibidos estos días.

En la playa de Almassora, en Orpesa o en Burriana, hay un trasiego constante de grúas, que cargan turismos y los retiran, según detallan varios residentes. Sin embargo, no todos pueden ser atendidos. Desde compañías aseguradoras consultadas indican que «hay prioridad absoluta para vehículos sanitarios o relacionados con las emergencias. También se atienden aquellos vehículos de repartidores u otros trabajos que estén ahora mismo en activo. El resto son derivados a depósitos, a la espera de que haya un hueco en los talleres. Además, solo se atienden incidencias mecánicas, no daños por chapa y pintura».

Uno de los afectados de la Plana Alta explicaba ayer a este diario que su suerte ha sido conocer a los dueños de un taller y que le cojan los dos coches estropeados, sin esperas.