Desde Almenara hasta Vinaròs, el mosquito tigre está haciendo su aparición con fuerza en toda la provincia durante estos días. Un panorama que era de esperar, tal y como publicó el diario Mediterráneo, debido a las lluvias de la semana pasada y la progresiva subida de las temperaturas, dos factores que conforman el caldo de cultivo perfecto para el insecto.

Una situación que afecta especialmente a las localidades del litoral. Como por ejemplo Cabanes y Torreblanca, con el parque natural que comparten como punto crítico. «Es el foco principal. Se trata de una extensión muy grande y quizás no se ha podido aplicar el tratamiento con granulado. Los técnicos van mañana (por hoy) a Cabanes y el miércoles a Torreblanca y esperamos tenerlo controlado», explicó el diputado de Sostenibilidad, Mario García.

En Almassora hay muchas quejas vecinales por picaduras del mosquito, especialmente en la zona de la playa; y en Burriana o Vinaròs también se ha registrado un incremento del animal, como explican desde la Farmacia Ferrer de este último municipio del Baix Maestrat. «Se está notando que empiezan a venir más personas ahora con picaduras, más que el año pasado, aunque afortunadamente menos que hace tres años», indicó su responsable.

También ha hecho su aparición en áreas inundables, como la zona de la Ralla de Benicàssim --situada en el límite del término municipal con Castellón--, donde se han llevado a cabo nuevas fumigaciones para mitigar en lo posible su reproducción. Mario García señaló al respecto que está en contacto con el Ayuntamiento de Benicàssim para que la empresa encargada de las fumigaciones realice nuevos controles.

Hay que recordar que la UE ha marcado Castellón como uno de los territorios del continente más afectados por el mosquito.