La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, se posiciona en contra de la aplicación de peajes blandos en la AP-7 y asegura que propondrá en pleno que el Ayuntamiento de Castelló los rechace a través de una declaración institucional, mostrando así que su compromiso con los intereses de la ciudadanía castellonense está por encima de su partido.

El próximo 31 de diciembre concluirá la concesión pública de la autopista AP-7, lo que significa que su explotación y conservación pasará a manos del Estado. Esto apuntaba a la supresión de los peajes, algo muy esperado por aquellos que trabajan en el sector del transporte de mercancias, pero el Gobierno ahora se plantea la aplicación de peajes blandos al circular por estas vías.

Pese a que ningún portavoz gubernamental ha dado más detalles sobre la propuesta, las patronales del transporte son las más preocupadas y ya barajan hipótesis como la de abonar 0,15 euros por kilómetro recorrido. Esta medida afectaría a 80.000 vehículos cada día en Castellón, como avanzó el periódico Mediterráneo.

Por eso, la alcaldesa asegura que «la ciudadanía de Castelló ya ha abonado el peaje durante muchos años y ahora tiene que disfrutar de la gratuidad de una vía que nos ha costado muchos millones de euros a todos».

Además, Marco recalca que la concesión de la autopista rubricó hace cincuenta años y que a pesar de que tendría que haber concluido hace 21 años, se hicieron varias prorrogas de contrato. «Será una reivindicación histórica. Tenemos que dar soporte a la gratuidad de la vía y rechazar la imposición de nuevos peajes», concluyó la socialista.