El PSOE ha presentado una proposición no de ley sobre conciliación y corresponsabilidad en el Congreso de los Diputados, en la que exige la “inmediata” puesta en marcha del permiso de paternidad de cuatro semanas incluido en la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres y la Ley 9/2009 de ampliación del permiso de paternidad, “además de configurarlo como obligatorio e intransferible”.

Poco antes, el Gobierno valenciano ya había anunciado que aplicará esa ampliación a los funcionarios autonómicos. La petición de unos y la decisión de otros pone sobre la mesa una cuestión que continúa siendo en la provincia de Castellón cosa de mujeres, pero a la que los hombres se suman progresivamente.

casi 1.550 procesos // De hecho, en el primer semestre de este año cerca de 260 han solicitado cada mes el permiso y la prestación para cuidar de sus hijos. Son, por tanto, 1.547 varones castellonenses los que han pedido esos 13 días para apoyar a la crianza, que ahora se pretende ampliar a seis semanas. La cifra de demandantes implica un incremento del 6% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior, alza que se produce tras años de caídas durante todo el periodo de crisis.

En cuanto al valor económico de las prestaciones concedidas en la provincia de Castellón, han supuesto entre enero y junio de este año un gasto para la Seguridad Social de 1,2 millones de euros, lo que supone el 8,7% más que la consignación del último año.

Por otra parte y en lo que se refiere a las bajas de maternidad que cogen los padres castellonenses una vez transcurridas las seis semanas de descanso obligatorio de la madre y que implica el cobro del salario íntegro durante cuatro meses, la cifra es muy baja, de 22 varones, frente a 18 en el primer semestre del 2015, un aumento que, en términos relativos es muy abultado, ya que supone un alza del 22,2%, pero casi simbólico ante un total de 1.583 procesos protagonizados por las progenitoras en la provincia.

En todo caso, la tendencia al alza en la intervención paterna, que va lentamente de la mano de los cambios sociales, se recupera ahora al igual que lo hacen las bajas por enfermedad común de los trabajadores, que durante la crisis solicitaban estos permisos en una medida mucho menor por miedo a perder el empleo. H