Javier Moliner se ha despedido este martes como presidente de la Diputación de Castellón y ha cerrado la última legislatura del último pleno asegurando que se va "con la serenidad de la conciencia tranquila, con la responsabilidad del honor recibido, y con la satisfacción por el trabajo realizado".

En la sesión plenaria el presidente ha dicho adiós a su trayectoria al frente de la institución tras ocho años de mandato y ha recibido el aplauso a su labor por parte de los grupos políticos de la oposición, que destacan "la voluntad de diálogo, el consenso y el trabajo del presidente".

"Este es un pleno importante para mí por lo que supone de cerrar un ciclo de ocho años. Cuando llegamos en 2011 la sociedad castellonense y la Diputación vivían inmersas en una crisis económica, social, una crisis reputacional e identitaria de esta sociedad castellonense", ha declarado Moliner.

"Siempre he pensado que el trabajo es la única herramienta que existe para cambiar las cosas, y a eso nos hemos dedicado durante estos ocho años", ha añadido siguiendo con un repaso sobre los años de un mandato en el que "nunca" buscó "una Diputación protagonista, sino una provincia protagonista con una Diputación útil para ayudarla a serlo".

GRATITUD //

Moliner se marcha "con la emoción de dejar grandes amigos y con la pasión por esta tierra extraordinaria", no sin subrayar la "gratitud infinita a todos los que nos han ayudado a hacer las cosas lo mejor posible", así como a las personas que han trabajo durante ocho años en el equipo de gobierno y a los diputados de estas legislaturas en el Grupo Popular.

También ha destacado la labor de los funcionarios pues "han hecho posible el milagro de hacer mucho más con menos", así como de los diputados del gobierno y de la oposición remarcando que "algunas de las grandes y buenas cosas que ha hecho esta casa las ha hecho gracias a ideas de la oposición". "Y eso lo agradezco", ha añadido.

Respecto los alcaldes y alcaldesas de la provincia, Moliner ha añadido que les ha encontrado "siempre" con una colaboración "leal y una voluntad obsesiva de trabajar por su pueblo".

Los ayuntamientos son, a su juicio, "la razón de ser de esta casa y buena parte de lo que hemos conseguido ha sido gracias a ellos y se merecen mi absoluta gratitud y reconocimiento".

Por último, ha querido dirigirse a sus sucesores en el cargo añadiendo: "A quienes comienzan, mis más sinceros deseos de suerte, creo que su suerte será la de toda la provincia".