Llegó para quedarse e invadir la provincia de norte a sur. Los datos no dejan lugar a duda. El mosquito tigre avanza sin control y afecta a más de la mitad de los municipios de Castellón, según los últimos resultados publicados por la Conselleria de Sanidad, a raíz de los controles periódicos que realiza el Laboratorio de Entomología y Control de Plagas de la Universitat de València (UV).

Su expansión es incontrolable. La presencia de esta especie se ha detectado en 69 municipios, seis más que justo un año antes. Al temido listado se incorporan Altura, Benafer, Espadilla, la Serratella, Suera y Tales. Esta cifra se ha disparado si se tiene en cuenta que, a principios del 2017, este molesto díptero afectaba a 48 localidades. La proliferación se detecta tanto en la costa como en el interior, por ejemplo, en municipios como Morella o Navajas.

«Al ser una especie invasora la tendencia es a que se siga expandiendo porque se adapta a todos los espacios, resulta imposible evitar su avance, pero sí se puede conseguir reducir lo máximo posible su densidad»», señala Rubén Bueno de Lokímica, que tiene adjudicado el contrato de control de los mosquitos en numerosas localidades castellonenses.

«La erradicación no existe porque necesita solo un poco de agua para criar», indica al respecto, mientras avanza que ahora el mosquito tigre «ya está despertando del invierno y empieza su actividad». De todos modos, el punto álgido de su afección, que resulta muy molesta, se prevé para mediados de agosto llegando incluso al mes de octubre.

Más controles

Las lluvias caídas los últimos días han provocado que se estén evaluando los posible focos, como ya avanzó Mediterráneo. Según explica Bueno, con la llegada de la primavera y el aumento de las temperaturas se han intensificado los tratamientos. Y es que Semana Santa está a la vuelta de la esquina y son muchas las personas que optan por disfrutar de la costa. «Aprovechando que llega Pascua y la gente vuelve a las segundas residencias, pedimos que miren si tienen agua acumulada en algún recipiente y eviten posibles focos», explica el técnico.

«Las Administraciones están tomando conciencia y se están incrementando las partidas presupuestarias para que los controles se lleven a cabo los 12 meses del año», indica Bueno, quien remarca que debería destinarse un euro por habitante para lucha contra esta especie invasora.