El tratado comercial entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur) --formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-- coge cuerpo y en el sector citrícola de la provincia ya se han encendido las luces rojas de alarma. Las previsiones de que este acuerdo esté cerrado antes del mes de agosto, expresadas por el presidente de la Cámara de Comercio Brasil-España, José Gasset Loring, hacen que el margen de maniobra se estreche al máximo. Por ello, desde la Unió de Llauradors han anunciado que van a maniobrar de inmediato para modificar varios de sus puntos y evitar así el riesgo de nuevas plagas en Castellón.

En la agenda de Carles Peris, secretario general de la Unió, hay programadas «varias reuniones en Bruselas para el mes que viene», con el objetivo de «forzar la máquina». Se pretende que respecto a países productores de naranja como Argentina y Brasil, la UE asuma recomendaciones como que los cargamentos de fruta deban pasar obligatoriamente por un tratamiento en frío durante su transporte o que se consolide el «principio de reciprocidad» en las relaciones comerciales, entre otras medidas. Todo ello ante la evidencia de que los controles fitosanitarios en estos países son menos estrictos que en España.

intercepciones // Los informes de la Unió indican que, este año, las intercepciones de naranjas con enfermedades desde Argentina se han disparado de 5 a 24 en un año, y en Brasil, de 2 a 16. Son, además, plagas que no existen en España, «lo que implica más costes tanto para los productores para erradicarlas como para la administración pública».

El tratado comercial, tal y como está concebido ahora, no incluye medidas de protección para la naranja, indica Peris.

Hay otro escenario, peor para la citricultura provincial, que es que se cumplan las previsiones hechas desde el gobierno paraguayo la pasada semana, que adelantan a finales de este mes la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur. Esta circunstancia, por ahora, no ha sido contemplada por la Unió de Llauradors.

Desde el sector quieren evitar, en definitiva, que este tratado de libre comercio tenga las mismas consecuencias que el firmado con Sudáfrica.