Gui Li Qiu llegó hace más de tres décadas a Castellón desde China. «Hace tanto tiempo que ni me acuerdo», cuenta, con la necesidad de que la traduzcan. Tras muchos años en la hostelería, esta jubilada narra que sus primeros pasos fueron muy duros. Su desembarco en una cultura y una lengua completamente diferentes hacía que no le fuera nada fácil adaptarse e integrarse.

Con la premisa de asesorar y echar una mano en todo lo posible en su día a día a los recién llegados y abrir una red de contacto entre las personas afincadas aquí, el 29 de julio de este año vio la luz la Asociación Cultural China en Castellón, la primera comunidad creada para tejer lazos entre los inmigrantes chinos diseminados por toda la provincia, aunque su fundación no fue nada sencilla. «Habíamos hablado mucho de juntarnos, pero nunca nos lo habíamos tomado tan en serio como hasta ahora», comenta el secretario del colectivo, Tianzuo Liu Liu, autónomo, con un castellano chapurreado, quien confiesa que han ido uno a uno a los 135 municipios que componen la provincia para averiguar si encontraban compatriotas.

Después de mucho esfuerzo y muchas horas de reuniones, la pionera asociación, cuya sede se encuentra en la avenida Valencia, se presenta esta tarde en sociedad con un acto en la Sala Opal del Grao, al que, según aseguran, están citados la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco; las reinas de la Magdalena, Natalia Palacios y Natalia Collazos; o el vicepresidente de la Diputación, Vicent Sales, entre otras personas invitadas.

Compuesta por 150 socios

El ente, presidido por Mingliang Zhou, está compuesto de momento por unos 150 socios, sin contar todos sus familiares. «No solo quieren decir que están aquí para prestar apoyo y arropar a esos ciudadanos chinos que se sientan perdidos o desorientados, quieren dar las gracias también a Castellón por todo lo que esta tierra les ha dado», explica Fernando Ramón, asesor y único miembro español de la asociación, quien les ha ayudado a dar ese impulso para organizarse y solventar todos los trámites burocráticos.

Como proyectos de futuro, comentan que a largo plazo tienen en mente lanzar una escuela de idiomas, abrir un gimnasio de kung fu, diseñar una revista a nivel interno para llegar a todos los asociados o crear una página web en la que poder publicar un podcast hablado en chino sobre noticias de interés para todos los miembros.

Antes, el próximo 15 de diciembre, la gaiata 6, Farola-Ravalet, les ha propuesto realizar una ofrenda en la noche de presentación de su sector. Hasta entonces, con el corazón agradecido y con ganas de desmitificar todos los clichés y leyendas urbanas que rodean a esta comunidad típicamente cerrada, este miércoles dicen oficialmente ni hao ni hao--hola en chino-- a Castellón.